Tegucigalpa.- El rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), Odir Fernández, dijo este jueves en Tegucigalpa que la corrupción en su país «no solo persiste», sino que también «se transforma».
«La corrupción en Honduras no solo persiste, se transforma, se adapta, es más sofisticada; lo más grave, se normaliza», subrayó Fernández en un discurso durante la presentación del informe ‘Patrones y tendencias de corrupción en Honduras 2014-2024’, hecho por la Unah.
El estudio se hizo con 70 instituciones públicas, y según señaló el rector, fueron detectados «276 patrones de corrupción» que muestran «una maquinaria en pleno funcionamiento y que está drenando nuestros recursos, nuestros impuestos».
Es «una maquinaria que ha trascendido la fase de simple abuso para instalarse como cleptocracia; es decir, varios gobiernos en los que la apropiación del patrimonio público ya no es una única desviación, sino una práctica estructural», añadió.
El análisis de la Unah indica que aunque existen instituciones para disuadir la corrupción en el país, «resulta insuficiente en contextos de corrupción sistémica, donde el problema no radica únicamente en el control de agentes individuales, sino en un dilema de acción colectiva que perpetúa prácticas corruptas como norma social y arreglo institucional».
La investigación abarca los dos periodos de gobierno de Juan Orlando Hernández (2014-2022), el segundo mediante una reelección violentando la Constitución, y los dos primeros de la Administración de Xiomara Castro, quien concluirá su mandato de cuatro años el 27 de enero de 2026.
En declaraciones a EFE, el rector de la Unah destacó que el informe sobre los patrones y tendencias de corrupción en el país en la última década evidencia que existen cuatro patrones principales con mecanismos en los que «se reafirma que la corrupción tiene nombre y apellido: estrictamente el sector político».
La corrupción se refleja en el país en la «falta de inversión, el desempleo, la falta de salud, la falta de seguridad, la falta de educación. Eso implica la corrupción hoy, la corrupción nos roba un futuro hoy, la corrupción nos está robando el presente hoy», agregó.
Fernández también expresó que la corrupción «provoca que los recursos públicos se dirijan a determinadas personas».
En la nueva era democrática del país, que data de 1980, diversos sectores han denunciado que algunas campañas electorales de políticos han sido financiadas con recursos del Estado, incluso por narcotraficantes.
Fernández indicó que no todas las instituciones que figuran en el informe cumplen en cuanto al acceso a la información pública, pero que «más que cumplir, es el destino que normalmente los recursos públicos tienen, y es estrictamente para campañas electorales en el sentido de asistencialismo, que normalmente es hacia donde se van los recursos». EFE





















