Tegucigalpa.- La exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, afirmó que los resultados electorales conocidos hasta ahora no representan una sorpresa, ya que coinciden con lo que venían señalando encuestas independientes. Según explicó, estos sondeos advertían desde hace meses que la candidata del oficialismo, Rixi Moncada, se mantenía por debajo del 20 % de la intención de voto.
Castellanos explicó que, junto a académicos y profesionales dedicados al análisis social y político, dio seguimiento a estudios independientes no financiados por partidos, cuyos márgenes —aseguró— coinciden plenamente con el escenario postelectoral actual. De acuerdo con esos datos, el punto más bajo de la candidata oficialista Rixi Moncada se registró en agosto, cuando descendió hasta 13 %, para luego estabilizarse entre 18 y 19 puntos, cifras que, sostuvo, hoy se reflejan con claridad en el conteo.
La exrectora contrastó estos resultados con encuestas financiadas por fuerzas políticas, en particular por Libre, que —según afirmó— buscaron construir una percepción distinta al respaldo real en las urnas. “Hoy estamos viendo exactamente lo que esas encuestas independientes mostraban”, subrayó.
En su análisis, Castellanos también se refirió al impacto de los mensajes del expresidente estadounidense Donald Trump, aclarando que no afectaron al oficialismo, sino que incidieron directamente en Salvador Nasralla, quien hasta ese momento concentraba el voto independiente y una parte del electorado nacionalista. “El efecto fue sobre el Partido Liberal y a nivel presidencial”, puntualizó.
Ese giro, explicó, terminó favoreciendo indirectamente al Partido Nacional, al alterar la correlación de fuerzas entre Nasralla y Nasry Asfura. Recordó además que Libre no puede desconocer que su victoria en 2021 fue posible gracias al respaldo electoral de Nasralla y que, en el escenario actual, resulta evidente —dijo— que su base se limita esencialmente a su voto duro.
Castellanos concluyó señalando que estudios universitarios posteriores a las elecciones de 2017 ya situaban el voto duro de los partidos tradicionales y de Libre entre el 13 % y el 17 %, rangos que, a su juicio, se mantienen vigentes. En ese contexto, consideró que el oficialismo evita una autocrítica profunda y opta por atribuir su desempeño electoral a factores externos. “Ese es su partido —concluyó— y así están decidiendo explicar su derrota”.




















