Honduras cierra 2020 con reducción de homicidios, pero sigue ola de violencia

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Foto cortesía Policía Nacional

Tegucigalpa – Honduras cerrará el 2020 con una reducción de los homicidios superior al 15 % con respecto a 2019, pero se mantendrá agobiada por una ola de violencia con un índice de al menos 37 asesinatos por cada 100.000 habitantes, pese a las medidas de restricción de movilidad por la pandemia de covid-19.

De acuerdo con las cifras oficiales, el país centroamericano registró hasta el 26 de diciembre 3.415 homicidios y un promedio diario de 9,46 con lo que, de continuar con dicha cifra, apunta a cerrar el año con 4.000 asesinatos.

La cifra de homicidios con la que cerraría 2020 es una de la más bajas registrada al menos desde el año 2017, según las cifras de la Policía Nacional consultadas por Efe.

Esta nación es considerada una de las más violentas del mundo por las altas tasas de homicidios registradas anualmente, crímenes atribuidos, en su mayoría, a las acciones de las pandillas Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18.

VIOLENCIA IMPARABLE

La violencia continúa desbordada en Honduras pese al coronavirus y las medidas de restricción de movilidad para frenar el contagio, dijo este lunes a Efe la directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Migdonia Ayestas.

«Lastimosamente vemos que la violencia y la criminalidad se ha mantenido, a pesar de tener (suspendidas) garantías constitucionales», subrayó.

Mientras aumentan los casos de covid-19, superan los 119.700 con 3.066 fallecidos, la violencia que azota el país continúa imparable, es decir que las calles no se han vuelto más seguras pese a la pandemia.

Los índices de violencia demuestran que las estrategias de seguridad «se han mantenido con el tiempo y la violencia y el crimen van evolucionando y perfeccionando su accionar, mientras las autoridades no han avanzado», enfatizó.

«Tenemos una cultura violenta que hace que esta se perpetué», aseguró Ayestas, quien dijo además que la estrategia del Estado es «tener el control y disuasión del delito» a través de un aumento de militares en las calles.

En la práctica, la estrategia de seguridad está orientada a aumentar la presencia militar y policial para «disuadir el delito, intentar controlar manifestaciones, el crimen organizado, pero no han establecido acciones para prevenir la violencia, rehabilitación y reinserción de los privados de libertad», agregó.

JUVENTUD EN PELIGRO

Ayestas destacó que en Honduras el 50 % de los asesinados son jóvenes menores de 30 años, como ocurren en otros países de la región.

«En Honduras, el factor de riesgo para ser víctima de la violencia es ser hombre y menor de 30 años», subrayó la experta, quien indicó que el país reporta además medio centenar de asesinatos múltiples (matanzas con más de tres víctimas), que dejaron 179 homicidios.

Un informe de la ONG Casa Alianza corrobora esa apreciación pues solo en noviembre pasado se contabilizaron 62 homicidios de personas menores de 23 años, muchos de ellos niños.

Más de 330 mujeres han sido asesinadas en Honduras hasta noviembre pasado a causa de la violencia machista, mientras que 65 personas han sido encontradas muertas en la calle dentro de bolsas plásticas.

«Eso alarma a la ciudadanía y que tengan miedo», subrayó Ayestas, quien señaló además que más de 60 empleados del transporte público han sido asesinados este año, tres periodistas y más de diez abogados.

Honduras sufre una violencia «exagerada» a pesar de que el país no vive en guerra, enfatizó la experta.

CRIMEN ORGANIZADO, PRINCIPAL PROBLEMA

La violencia causada por el crimen organizado, las pandillas y el narcotráfico es uno de los principales problemas de Honduras, uno de los países utilizados para el paso de la droga que llega de Suramérica con destino a Estados Unidos

El crimen organizado, según Ayestas, es responsable del 65 % de las muertes violentas en Honduras, país donde la impunidad supera el 90 %.

El 2012 se constituyó en el año más sangriento de la historia reciente de Honduras con 7.172 homicidios, pero a partir de ese año la cifra registró una tendencia a la baja hasta llegar a 3.415 muertes violentas en 2020.

De esa estadística hacen parte casos como el del ambientalista y precandidato a diputado Félix Vásquez, quien fue asesinado a tiros este domingo por hombres que ingresaron por la fuerza a su vivienda en el departamento de La Paz, centro del país.

Los motivos del crimen de Vásquez, quien además era dirigente de la organización Unión de Trabajadores del Campo, son investigados por la Policía hondureña.

Vásquez era precandidato a diputado del Parlamento hondureño, por el movimiento Somos Más del Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda), cuyo coordinador general es el depuesto expresidente hondureño Manuel Zelaya.

En los últimos años el Gobierno de Juan Orlado Hernández ha puesto en marcha varias medidas para bajar la violencia, que incluyen la creación de nuevas fuerzas de seguridad y la instalación de escudos aéreo, marítimos y terrestre para reducir el tráfico de drogas.

El escudo aéreo fue impuesto por Honduras de manera unilateral, mientras que en el marítimo cuenta con el apoyo de Estados Unidos a través de un guardacostas en aguas internacionales colindantes con las del país centroamericano en el Caribe. EFE