Tegucigalpa– El Centro del Niño Quemado de la Fundación para el Niño Quemado (FUNDANIQUEM) ha alcanzado el 100% de su capacidad hospitalaria luego de registrar cinco nuevos casos de quemaduras en menores de edad durante el fin de semana, lo que pone en evidencia la grave situación que enfrentan los centros de salud especializados en quemaduras en el país.
El portavoz de FUNDANIQUEM, Alfredo Ortiz, informó que entre los casos más recientes se encuentran un niño ingresado el domingo con quemaduras por incendio y otro menor de tan solo un año con ulceraciones por líquido caliente, en un lapso de menos de 12 horas. Además, el lunes por la noche se registraron más casos, incluyendo un niño de 13 años proveniente de Catacamas, Olancho, quien llegó al hospital con quemaduras por flama o incendio, y otro bebé de un año, también afectado por un líquido caliente.
Con estos nuevos ingresos, el número total de pacientes atendidos en el Hospital del Niño Quemado asciende a 14 menores en las últimas 48 horas. Ortiz destacó que este incremento en los casos ha llevado a la institución a alcanzar su capacidad máxima, una situación que, aunque habitual durante esta época del año, se vuelve aún más alarmante.
«Es una cifra preocupante», afirmó Ortiz, haciendo un llamado a la responsabilidad de los padres de familia, quienes, según él, no están tomando las medidas necesarias para prevenir estos accidentes. Aseguró que los líquidos calientes siguen siendo la principal causa de las quemaduras en el país.
El portavoz instó a los tutores a no dejar a sus hijos sin supervisión, especialmente en esta temporada navideña, cuando el uso de pólvora aumenta. Reiteró que los niños no deben manipular artefactos pirotécnicos bajo ninguna circunstancia, ya que esto podría derivar en accidentes graves.
FUNDANIQUEM, una institución de referencia en el tratamiento de quemaduras infantiles, sigue enfrentando una alta demanda por atención médica especializada, mientras las autoridades sanitarias hacen un llamado a la prevención.
«Es urgente tomar conciencia de la peligrosidad de ciertos productos y situaciones, y trabajar juntos como sociedad para evitar tragedias», concluyó Ortiz.
La Fundación Para el Niño Quemado sigue operando a su máxima capacidad, esperando que las autoridades tomen medidas para abordar esta grave situación y evitar que más niños resulten gravemente heridos.