París, 2 dic (EFE).- Francia quiere convencer a las autoridades españolas y suizas para que cierren también sus estaciones durante las vacaciones de Navidad y en caso de no conseguirlo impondrá controles en sus fronteras para evitar que los franceses vayan allí y se contagien.
Este es el mensaje del primer ministro francés, Jean Castex, que en una entrevista al canal de televisión BFMTV este miércoles explicó que «los españoles y los suizos por ahora no se orientan a esas decisiones, pero la acción diplomática continúa».
Castex contó que ha hablado de esta cuestión con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que le hizo notar que la apertura de las estaciones depende de las comunidades autónomas y que hoy habrá una reunión de concertación en las que se debe examinar la apertura de las estaciones.
En Suiza -recordó- esa decisión tampoco es competencia de la federación.
Si pese a todo las estaciones en esos o en otros países europeos (Austria podría mantenerlas abiertas durante sus vacaciones de Navidad), «la idea es impedir a los franceses ir a contaminarse».
Para eso el primer ministro concretó los anuncios hechos el martes por el presidente, Emmanuel Macron, y señaló que habrá «controles aleatorios en la frontera» para hacer pruebas y aplicar el aislamiento a los que contra las recomendaciones de su Gobierno se hayan ido a esquiar al extranjero.
«Preferimos una armonización» pero «los Estados que nos rodean son soberanos», comentó.
Recordó que «por ahora» la fecha que baraja su Ejecutivo para reabrir las estaciones francesas es el 20 de enero, una vez que se pueda ver que la epidemia no se ha reavivado con las vacaciones de Navidad. Antes de eso, el 11 de diciembre reunirá a los responsables de las estaciones para abordar su situación y las ayudas al sector.
Castex, que antes de ser primer ministro fue alcalde de Prades, una localidad al pie de los Pirineos próxima a la frontera española, justificó esos cierres no tanto por el esquí, sino por los flujos y los desplazamientos que genera: «tenemos que limitar el riesgo».
Macron había anticipado el martes que impondría medidas «restrictivas y disuasorias» para evitar que los franceses vayan a esquiar en Navidad a otros países que mantengan sus estaciones abiertas.
Francia, que sigue aplicando un confinamiento domiciliario hasta el 15 de diciembre, cuando pasará a un toque de queda nocturno para seguir conteniendo los contagios, se ha concertado con Alemania e Italia para las estaciones de esquí y espera lograr lo mismo con el resto de países europeos. EFE