La socióloga y analista política Julieta Castellanos advirtió que Honduras atraviesa un momento “crítico y complejo”, marcado por una profunda crisis política e institucional vinculada directamente al proceso electoral y a la falta de definición del próximo período de gobierno.
Castellanos sostuvo que la crisis es, en primer lugar, de carácter político, debido a que los partidos se encuentran inmersos en un escenario sin una salida clara. En particular, acusó al partido de gobierno de estar “saboteando el proceso electoral”, mientras que señaló que los partidos de oposición no han logrado articular una respuesta efectiva para resolver el conflicto.
En el ámbito institucional, la académica afirmó que el Consejo Nacional Electoral (CNE) se encuentra “atrapado” por intereses partidarios y facciones internas, lo que le ha impedido concluir de manera adecuada el proceso electoral. Asimismo, cuestionó la pasividad de otras instituciones del Estado que, según indicó, han optado por “dejar hacer y dejar pasar”, en una actitud que favorecería al oficialismo al prolongar la crisis.
“El momento es crítico porque, de no realizarse una verificación especial de las actas con inconsistencias, se posterga o se impide una declaratoria oficial de las elecciones, y eso es precisamente lo que el partido Libre quiere”, afirmó Castellanos.
La socióloga recordó que antes de los comicios ya se advertía sobre un escenario complejo que incluía la posibilidad de desconocer los resultados y forzar una negociación política. “Hoy creemos que estamos exactamente en ese punto”, subrayó.
Aunque destacó que las elecciones se desarrollaron de manera pacífica y con participación ciudadana, Castellanos señaló que los problemas surgieron durante el conteo de votos y la divulgación de resultados preliminares. En ese contexto, reprochó que el partido en el poder no haya reconocido su derrota y haya optado por deslegitimar el proceso electoral y las acciones del CNE.
Finalmente, advirtió que la negativa a iniciar el proceso de verificación electoral ha generado un clima de alarma y apuntó que “hay un complot para impedir la declaratoria de las elecciones”, lo que representa un grave riesgo para la democracia hondureña y profundiza la crisis política e institucional del país.
