El hondureño Santiago Ávila gana el Premio Nansen para los Refugiados

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Tegucigalpa.- El hondureño Santiago Ávila, director de la organización Jóvenes contra la Violencia, ha sido el ganador regional para las Américas del Premio Nansen para los Refugiados de este año, informó este miércoles una fuente oficial en Tegucigalpa.

«La violencia rompe procesos organizativos. La violencia que estigmatiza al joven puede transformarse con un liderazgo desde los mismos jóvenes, que se han visto tanto víctimas como estigmatizados por esa realidad de violencia», indicó el representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (Acnur) en Honduras, Andrés Celis, en un comunicado sobre el premio.

«Creo que a eso es a lo que invita Santiago. En los lugares en donde Santiago y su equipo han trabajado, han logrado esa transformación», añadió Celis.

MUCHOS JÓVENES SON ATRAÍDOS POR LAS PANDILLAS, DICE ÁVILA

El ACNUR señaló que Ávila nació en uno de los barrios más violentos de Tegucigalpa, la capital de Honduras, y que el asesinato de su hermano menor por integrantes de una pandilla obligó al resto de la familia a abandonar su hogar.

A raíz de eso, junto con otros jóvenes, Ávila asumió el reto de ser parte de la organización Jóvenes contra la Violencia en Honduras, una organización que trabaja con niñas, niños y jóvenes de seis a veinte años.

Desde hace diez años Santiago «ha dedicado su vida al empoderamiento de la juventud hondureña para que pueda escapar del reclutamiento forzado de los grupos criminales», indicó el Acnur.

El Premio Nansen para los Refugiados de Acnur es una distinción para personas, grupos u organizaciones que van más allá de la obligación de proteger a personas refugiadas, desplazadas y apátridas.

Desde la creación del premio en 1954, ha habido más de 60 ganadores a nivel mundial, de distintos países.

Ávila dijo que «muchas de estas personas jóvenes son ‘seducidas por las maras y las pandillas. No quieren ser parte de ellas, pero no hay más grupos en su comunidad. Por eso vamos y creamos un grupo nuevo, para que chicos y chicas tengan una alternativa».

El ACNUR resaltó que con más de 34.400 personas refugiadas reconocidas alrededor del mundo y 148.934 solicitantes de asilo, Honduras ocupa el cuarto lugar dentro de los países con mayores solicitantes de asilo, después de Siria.

«También se estima que la violencia endémica ha desplazado, por lo menos, a 247.000 personas dentro del país», y el «el 66 % de éstas tienen menos de 30 años», añade el comunicado del organismo de las Naciones Unidas.

Un estudio de caracterización del desplazamiento interno en Honduras realizado por el Gobierno en 2019, con el apoyo del Acnur, señala que el 46 % de las personas desplazadas internamente entre 2004 y 2018 tuvo que interrumpir o abandonar sus estudios.

El cuerpo docente también enfrenta riesgos como la extorsión, amenazas y violencia sexual que, en última instancia, son causas del desplazamiento forzado.

En 2018, Jóvenes contra la Violencia se hizo acreedora al Fondo de Iniciativa Juvenil del Acnur y, desde 2020, ha sido socio del Acnur, con lo cual el grupo ha desarrollado programas innovadores para jóvenes en las escuelas y comunidades de mayor riesgo en Honduras.

HONDURAS REQUIERE LEGISLAR PARA PROTEGER A DESPLAZADOS

En abril, Ávila dijo a Efe en Tegucigalpa que con la organización que dirige «desarrollamos diferentes metodologías para generar factores protectores frente al desplazamiento interno forzado por la violencia y toda la problemática que se puede vivir en las comunidades».

Agregó que la estrategia de la organización es similar a la de las pandillas, pues genera «este sentido de pertenencia a los chicos, que se sienten en familia, para poder repensar sus vidas y hacer cambios políticos y sociales dentro de su país y sus comunidades».

Jóvenes Contra la Violencia pretende también «sensibilizar» a los tomadores de decisión, para que «vean todas las necesidades del país», señaló Ávila, quien indicó que Honduras requiere legislar para proteger a los desplazados por la violencia. EFE