¡El CNE al borde del colapso! Acusaciones de «fraude y boicot» desatan caos y ponen en riesgo la estabilidad democrática

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Cortesía de HCH.

El ambiente político en Honduras atraviesa una creciente tensión, reflejada con claridad en el estancamiento que vive el Consejo Nacional Electoral (CNE), donde las diferencias internas y la falta de consensos entre sus consejeros han empantanado el avance de procesos clave rumbo a las elecciones generales del 30 de noviembre.

La reciente sesión en el Congreso Nacional dejó en evidencia este bloqueo: las consejeras Cossette López y Ana Paola Hall fueron interrumpidas durante su intervención por diputados oficialistas y miembros de colectivos del partido Libertad y Refundación (Libre), generando un rechazo casi unánime.

Sin embargo, la presidenta Xiomara Castro restó relevancia al asunto, calificándolo de “show” entre risas, lo que profundizó aún más la división política.

En medio del impasse, López denunció un presunto sabotaje interno impulsado por el personal vinculado al consejero Marlon Ochoa, que según ella limita el normal funcionamiento del organismo electoral. “Marcan tarjeta, pero no trabajan”, afirmó, señalando que esta dinámica obstaculiza tareas técnicas esenciales.

A este conflicto se suma la ausencia constante de Ochoa en las sesiones del pleno (convocadas esta semana para avanzar en el cronograma electoral) lo que ha impedido la toma de decisiones vinculadas al sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) y al arranque de otras etapas fundamentales.

La paralización también ha derivado en tomas de instalaciones y bloqueos organizados por agrupaciones afines al oficialismo, lo que impide el desarrollo de procesos técnicos. Las divisiones internas mantienen al ente electoral en un punto muerto, debilitando su capacidad operativa y el rumbo del calendario electoral.

Finalmente, el consejero Ochoa ha dirigido ataques personales, calificados como violencia política y de género, hacia sus colegas del pleno.

Esta confrontación abierta demuestra que el CNE, lejos de avanzar, sigue empantanado en controversias y disputas que amenazan con comprometer las elecciones del 30 de noviembre.