El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió este lunes con un mensaje doble: por un lado, dijo que “probablemente hablaría” con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pero al mismo tiempo advirtió que no descarta una intervención militar en el país sudamericano.
Ante reporteros en la Casa Blanca, Trump declaró: “No descarto nada”, refiriéndose a todas las alternativas sobre la postura estadounidense frente a Venezuela. Agregó que Maduro “no ha sido bueno con los Estados Unidos”, aunque enfatizó que eventualmente hablaría con él.
Este anuncio ocurre en medio de un aumento significativo de la presencia militar estadounidense en el Caribe. Según medios, la flota desplegada incluye portaaviones y aviones de combate, una demostración de fuerza que ha sido justificada por Washington como parte de operaciones contra el narcotráfico.
Por su parte, Maduro respondió diciendo que las diferencias deben resolverse por la diplomacia y se mostró dispuesto a sostener conversaciones cara a cara.
Desde la Casa Blanca también se ha denunciado al régimen venezolano como un “cartel narcoterrorista”, lo que evidencia la fuerte presión política y estratégica que sobre el país ejerce la administración Trump.





















