Ciudad de Guatemala.-La Fiscalía de Guatemala anunció este domingo que en coordinación con la Policía Nacional Civil detuvo a 14 emigrantes hondureños que se disponían a abordar dos vehículos con el objetivo de ir hacia la frontera con México.
La detención se realizó en una estación de autobuses extraurbanos de la zona 1 de la Ciudad de Guatemala, en un operativo que incluyó la captura de los dos choferes de los vehículos.
Según un comunicado compartido por la Fiscalía, los emigrantes «habían ingresado a territorio guatemalteco de manera irregular», por lo que «en coordinación con la Policía se procedió a su rescate».
Los 14 hondureños detenidos fueron puestos a disposición del Albergue de Migración, indicó a Efe la portavoz del Instituto Guatemalteco de Migración, Alejandra Mena.
Inicialmente la Fiscalía indicó que habían sido 13 los hondureños «rescatados», pero Migración aseguró que se trató de 14, lo cuales están ya se encuentran en el albergue.
Los choferes fueron identificados como Fernando Abraham Romero Gómez y Eric Alejandro Véliz Torres, quienes fueron enviados a tribunales en donde la Fiscalía les imputará el delito de tráfico ilícito de personas.
Además, la Fiscalía «coordinó la inspección e incautación (decomiso) de los dos vehículos utilizados en los hechos, además de varios aparatos telefónicos y una fuerte cantidad de dólares», agregó el comunicado.
En enero pasado, las fuerzas de seguridad guatemaltecas bloquearon el paso en Chiquimula (este) a una caravana migratoria de unos 6,000 hondureños y disolvió por la fuerza al grupo, que se vio obligado a huir a los poblados cercanos y regresar a su país.
Otros 3,000 hondureños intentaron seguir por otra ruta en ese momento, pero las autoridades guatemaltecas también lograron diluir su paso hacia México y Estados Unidos.
El objetivo de los emigrantes hondureños era llegar a Estados Unidos para tener mejores condiciones de vida, alejados de la pobreza y la violencia que azotan el istmo centroamericano, especialmente después de la pandemia y los huracanes Eta y Iota, que tocaron tierra en noviembre de 2020.