La consejera presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, concluyó su periodo al frente del ente electoral y anunció que este jueves cederá la presidencia a Ana Paola Hall.
En su despedida, reconoció las dificultades que enfrentó durante su gestión, marcadas por ataques, violencia política y una profunda polarización, pero reafirmó que su compromiso con la democracia hondureña se mantiene intacto.
“Se administra desconfianza, se va de crisis en crisis tratando de sobrevivir y hacer que el proceso sobreviva, en medio de la parálisis de un sector, ser atacada, sufrí mucha violencia política”, expresó. López aseguró que, pese a representar a un partido, su deber siempre ha sido con Honduras y con el fortalecimiento del sistema democrático.
En su balance destacó avances como la implementación del Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), auditorías técnicas, la aplicación de audiometría y la preparación de materiales de capacitación. Añadió que estos insumos quedarán disponibles para las elecciones generales del 30 de noviembre.
Actualmente, señaló, están en marcha procesos clave como el control de la maleta electoral, la logística de transporte y la impresión de documentos, aunque lamentó que no se haya aprobado aún el reglamento de control de campaña.
López recordó también la presión de actores externos y episodios críticos como la paralización violenta del 7 de julio, que ilustraron los desafíos que enfrenta el CNE. Pese a todo, afirmó que seguirá trabajando como consejera para garantizar elecciones legítimas y de calidad.