Tegucigalpa.- La consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, lanzó una seria advertencia este lunes al afirmar que el oficialismo podría no aceptar los resultados de las elecciones generales en caso de no resultar vencedor, lo que —según alertó— podría derivar en una crisis política y social en el país.
Durante una reunión con la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (UE), en la que también participaron los consejeros Marlon Ochoa y Ana Paola Hall, López abordó los principales desafíos del proceso electoral de 2025, entre ellos el cronograma de trabajo, la integración de las comisiones departamentales y municipales, el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), la biometría y los mecanismos tecnológicos de conteo.
Sin embargo, aprovechó el encuentro para plantear preocupaciones de fondo que, según dijo, trascienden lo técnico.
“Le manifesté a la misión los desafíos del espectro político, la injerencia permanente, la judicialización y la falta de gestión de las reglas democráticas”, explicó la consejera.
López fue enfática al señalar que existe temor entre los partidos políticos ante la posibilidad de que los resultados no sean respetados.
“El pueblo hondureño tiene que saber que, si el partido de gobierno no gana, puede haber una crisis. Lo externé y me parece que es algo que debe observarse, porque es una realidad que puede ocurrir”, advirtió.
La funcionaria también reveló que tanto ella como la consejera Hall podrían ser judicializadas si el oficialismo no resulta vencedor en las urnas.
Asimismo, reconoció que el ambiente interno del CNE es complejo y, en ocasiones, hostil, describiéndolo como un espacio donde “se dan muchas bajezas” y donde la violencia política de género también está presente.
López cuestionó la aplicación selectiva de las leyes electorales, señalando que suele depender de quién impulse los procesos.
“A quienes buscamos que las leyes se apliquen correctamente, nos atacan y judicializan”, lamentó.
La consejera recordó además que el CNE estuvo paralizado durante un mes por discrepancias internas sobre el sistema TREP, y advirtió que la jornada de votación podría ser convulsa si se intenta desacreditar el conteo preliminar de resultados.