Tegucigalpa.- La tragedia en la Penitenciaría Nacional Femenina donde 46 mujeres perdieron la vida, no solo dejó luto en Honduras, sino que también expuso tensiones en los despachos de Seguridad.
La Vicesecretaria Julissa Villanueva ha insistido en varias ocasiones que los responsables de esta masacre no se limitan a las personas acusadas hasta el momento, señalando la posible participación de actores intelectuales detrás del hecho, cuestionando por qué no se está investigando a fondo.
Incluso ha insinuado que miembros de la Policía Nacional podrían también estar involucrados en este lamentable hecho.
Esta mañana, al ser interrogado sobre estos señalamientos, el Secretario de Seguridad, Gustavo Sánchez, defendió el trabajo, asegurando que sí se está llevando a cabo una investigación. Sin embargo, destacó que este tipo de procesos no deben ser ventilados mediáticamente, asimismo declaró que si hay más responsables.
Además, en respuesta directa a las declaraciones de Villanueva, Sánchez señaló que, la responsable de las cárceles en el momento de la muerte de las 46 mujeres era Julissa Villanueva. «La responsable del sistema penal hondureño era ella», expresó.
Ante estas declaraciones, Villanueva no tardó en responder, utilizando su cuenta en X para arremeter contra Sánchez.
En su mensaje, Villanueva comenzó a cuestionarse públicamente: «¿Y quién era el director de la policía? ¿Quién era el jefe de la fuerza operativa que se encargaba de la custodia de los centros penales? ¿Quién asignaba a las personas de la policía en el INP?» Y luego le señaló directamente: «Ya se le olvidó rápidamente que era usted».
Villanueva continuó detallando las responsabilidades que, según ella, Sánchez no podría olvidar. En un tono más firme, Villanueva expresó que tanto Sánchez como otros miembros de la cúpula de seguridad deberían estar siendo investigados y fuera del sistema, sugiriendo que su falta de acción ante las irregularidades cometidas durante su gestión no podía ser pasada por alto.
La Vicesecretaria advirtió que todo estaba claro y documentado, y que las irregularidades no quedarían impunes: «Los malos pactos no son eternos” La depuración no funcionó porque se escudó en múltiples certificados médicos y otras irregularidades, y por eso hay funcionarios activos que tuvieron el privilegio de su protección».
Concluyó que sus declaraciones no debían ser tomadas como un pleito, sino como respuestas transparentes ante lo que considera una amenaza del poder armado y cerrado policial vigente.