Tapachula (México).- Elmer Misael Leiva, el cónsul de Honduras en Tapachula, la mayor ciudad de la frontera sur de México, pidió este jueves a sus connacionales «no exponerse» en las caravanas migrantes que han despertado polémica entre el Gobierno mexicano y el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El diplomático aseguró en una entrevista con EFE que su mayor preocupación es ver a niños, mujeres y madres solteras caminar en las caravanas, por lo que pidió que no escuchen a las personas que los inducen a irse en estos movimientos de personas.
«Vi decir a alguien que la solución es la caravana, la solución no es esa, aquí hay un consulado que está con los brazos abiertos para poder ayudarles a solucionar el trámite de refugio o cómo les pueden ayudar para que transiten de una manera legal y segura», expresó.
Leiva sostuvo que hay personas que están promoviendo estas caravanas de migrantes desde la frontera sur, sin saber qué pasa al interior de estos grupos masivos porque algunas familias han denunciado amenazas, extorsiones y maltratos.
«Hemos tenido últimamente reuniones con ayuntamientos, con el presidente municipal de Tapachula, que tiene un corazón humanitario, que está con toda la disposición de apoyarnos, hemos hablado con la directora de Relaciones Exteriores, con ACNUR (la Agencia de ONU para los Refugiados), con (la Secretaría de) Bienestar para escuchar las peticiones para ayudar a los hondureños», expresó.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó este jueves que las caravanas de migrantes ya no llegan a la frontera con Estados Unidos, un asunto que abordó el miércoles en una llamada con Trump, quien anunció el lunes aranceles del 25 % a los productos mexicanos al asegurar que vio que un grupo se dirigía a su país.
El cónsul Leiva consideró «que parece que las personas que están en contexto de movilidad son mal informados, no reciben información concreta».
«Aquí nosotros buscamos los métodos para ayudarles a ellos, esa estadía legal se logra en el país, sin necesidad de exponerse o arriesgarse a los niños y a los adolescentes», manifestó.
Una de las historias es la del hondureño Welvin Javier González, quien reconoció que «es triste, riesgoso y peligroso» viajar en caravanas, que suelen disiparse apenas decenas de kilómetros más al norte de Tapachula.
«La verdad yo viajé en caravana, es muy triste, más cuando llevaban niños, cuesta mucho de ahí para arriba las temperaturas, el sol, y la verdad yo pasé una experiencia de esas, la experiencia que viví no se la deseo nada por motivos de las caminadas bajo el sol», narró a EFE. EFE