Satkhira– Al menos 95 personas murieron en Bangladés y el este de India por el paso de un ciclón, el más devastador de los últimos 20 años, que arrancó árboles y decenas de miles casas y obligó a millones de personas a refugiarse, en plena pandemia del coronavirus.
Pese a los daños considerables que causó el miércoles el ciclón, el más potente que se haya formado en el Golfo de Bengala en lo que va de siglo, parece que Amphan no causó tantas víctimas mortales como se temía en un principio. Hasta hace poco, los ciclones más potentes podían dejar miles de muertos en esta región.
India registró 72 fallecidos en el Estado de Bengala Occidental y Bangladés dio cuenta de 23 muertos en su territorio, según balances provisorios del jueves.
Pero, según la oficina de Naciones Unidas de Bangladés, la tormenta afectó a 10 millones de personas y dejó a medio millón de habitantes sin hogar.
Los dos países de Asia, acostumbrados a la gestión de ciclones y con unos sistemas de vigilancia meteorológica eficaces, decidieron evacuar de forma preventiva a tres millones de personas a refugios de emergencia.
El primer ministro indio, Narendra Modi, tiene previsto visitar los estados de Bengala Occidental y de Odisha el viernes.
«Haremos todo lo necesario para ayudar a los siniestrados», declaró en Twitter. AFP