Tegucigalpa – Cuatro de las organizaciones criminales más peligrosas del continente —el Tren de Aragua (Venezuela), el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Clan del Golfo (Colombia) y el Cártel de Sinaloa (México)— operan activamente en Honduras, según el Informe Antidrogas 2024 del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Estas estructuras del crimen transnacional, designadas como terroristas por el gobierno de Donald Trump, se suman a la presencia de la Mara Salvatrucha (MS-13) y la Pandilla 18, incrementando la complejidad del combate al narcotráfico en el país centroamericano. El informe advierte que el gobierno hondureño carece de políticas claras, coordinación efectiva y mecanismos contra la corrupción para enfrentar esta amenaza.
Las organizaciones tienen fuerte presencia en zonas clave como Colón, Olancho y Gracias a Dios. Mientras tanto, antiguos cárteles locales como Los Cachiros o Valle Valle han sido reducidos tras la captura de sus líderes, aunque intentan reconfigurarse.
Durante 2024, Honduras incautó más de 19 toneladas métricas de cocaína en altamar y erradicó 3 millones de plantas de coca. Sin embargo, el informe subraya que estos avances son insuficientes frente a la expansión del narcotráfico, el debilitamiento institucional y la falta de recursos.
El informe también destaca como ejemplo de corrupción el caso del expresidente Juan Orlando Hernández, condenado en EE. UU. por narcotráfico, así como la difusión de un video en el que el exsecretario del Congreso Carlos Zelaya, cuñado de la presidenta Xiomara Castro, aparece reunido con narcotraficantes.
En conclusión, Estados Unidos urge a Honduras a realizar reformas legales, fortalecer sus instituciones, coordinar mejor sus agencias y priorizar la lucha contra la corrupción para contener el avance del crimen organizado y el tráfico de drogas.