Cami, la nueva sensación chilena: «Creo mucho en mi generación»

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Fotografía promocional cedida por Universal que muestra a la cantante chilena Cami. Reivindicativa, feminista, muy versátil con su música, de solo 23 años y con los pies en la tierra. Así es Cami, la nueva sensación de la canción chilena y que, en una entrevista con Efe durante los Latin Grammy, mostró su confianza en que las protestas de los jóvenes de su país traigan un cambio. EFE/ Cortesía Universal

Las Vegas (EE.UU.) – Reivindicativa, feminista, muy versátil con su música, de solo 23 años y con los pies en la tierra. Así es Cami, la nueva sensación de la canción chilena y que, en una entrevista con Efe durante los Latin Grammy, mostró su confianza en que las protestas de los jóvenes de su país traigan un cambio.

«Creo mucho en mi generación, creo muchísimo en mi bandera, creo mucho en la gente y el pueblo chileno», dijo sobre las manifestaciones en Chile contra la desigualdad y el neoliberalismo.

«Cuando las raíces están tan podridas, siguen metiéndole tierra e intentando taparla y decorarlo bonito. Pero la raíz está podrida, huele mal: ya no tiene más de dónde alimentarse. Hay que sacarla y, cuando nos damos cuenta de lo putrefacto que estaba todo, es catastrófico. Crea un impacto social muy denso (…). A partir de lo que estamos viviendo va a salir una oportunidad gigante», aseguró.

Cami optará mañana en Las Vegas (EE.UU.) a llevarse el premio al mejor nuevo artista artista y a anotarse el galardón al mejor disco de pop vocal tradicional con «Rosa».

Además, la artista actuará esta noche en la gala Persona del Año que reconocerá la fabulosa trayectoria de Juanes.

Con el «corazón medio alborotado», esta joven estrella admitió su emoción por estar en la gran fiesta de la música latina.

«Me acuerdo de estar mirando los Latin Grammy cuando era más pequeña y de pensar: ‘Cómo se hace para llegar a allá, qué es lo que la gente hace para estar ahí…'», recordó.

Pero su aventura en la ciudad del juego no le ha hecho perder de vista el multitudinario movimiento alentado por los jóvenes y que pide una transformación para Chile.

«Me encuentro en Las Vegas esta semana participando esta semana en la entrega de los Latin Grammy», dijo el martes Cami en su cuenta de Instagram, donde tiene 1,9 millones de seguidores.

«Gracias a todos los jóvenes que siguen en la lucha (…). Los quiero mucho y vamos pa’ delante», añadió.

Cami opinó que su generación ha tenido «la suerte» de conocer la libertad y argumentó que quizá por eso no temen el futuro.

«Estas manifestaciones las provocaron los estudiantes. Eso te dice algo. Tenemos una valentía distinta, una mentalidad diferente. El otro día leí una pancarta que decía ‘somos la generación que no tiene miedo a morir’. No tenemos miedo. Por el contrario, nos reímos cuando nos amenazan», afirmó.

«La música también es un método de protesta. Claro, me pueden decir: ‘Cami, a ti no te falta nada’. Pero yo no lucho porque a mí me falta algo. Lucho porque a muchos les falta todo. Y el plato de comida que tengo en mi mesa es gracias a todos. Lo mínimo que puedo hacer es utilizar mis plataformas y mi micrófono de manera respetuosa y sincera», agregó.

Desde fuera, puede parecer que su carrera ha ido a toda velocidad, pero Cami parece tomárselo todo con bastante serenidad.

Participó en The Voice Chile, donde su tutor fue Luis Fonsi; editó el año pasado el exitoso y muy variado álbum «Rosa»; y este viernes lanzará la primera parte de «Monstruo», su nueva entrega discográfica.

Sin ganas de encasillarse o «limitar» su creatividad, Cami dijo que «Rosa», un disco que va del folclor («Querida Rosa») al soul («Pa callar tus penas») pasando por el pop («No es real»), lo creó «desde el corazón para otros corazones».

«A eso aspiro yo, eso quiero para el resto de mi carrera: que mis conciertos y mi música sean un método de catarsis. Se necesita música con la que se pueda vomitar», ironizó.

También adelantó que «Monstruo» gira en torno a «la dualidad» y que tendrá «muchas aristas» y «muchos colores» con tango, cumbia o samba peruana, entre otros estilos

Y, por último, reivindicó la honestidad y sinceridad que puede aportar la juventud.

«No por tener 23 años significa que no pueda hablar de ciertos temas o que mis sentimientos sean menos válidos por ser chica. No: escribo de lo que me sale del corazón y con verdad. Escribo para sanarme», finalizó.