Al menos unas ocho rutas del transporte están paralizadas en la capital debido a la extorsión

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Tegucigalpa.- Un desesperado grito de auxilio enviaron los dirigentes del sector transporte tras informar que un total de ocho rutas en la capital hondureña permanecen detenidas a causa del delito de extorsión.

Así lo expresó Wilmer Cálix, dirigente del rubro en la capital hondureña, quien externó “ya no aguantamos, auxilio”.

Se trata de ocho rutas orilladas a prácticamente cerrar operaciones ya que no se puede pagar el cobro de extorsión.

De acuerdo a la dirigencia del rubro, existen rutas del transporte que deben pagar hasta cinco grupos delictivos a la vez.

El costo mensual por extorsión llega a superar los 20 mil lempiras por mes, lo que es insostenible para el negocio, han alertado reiteradamente los dirigentes del rubro.

El problema es que cada vez existen más grupos delictivos que quieren cobrar este mal llamado “impuesto de guerra”.

La forma de operar de los grupos delictivos es cobrar una cuota para garantizar seguridad a los transportistas, pero la víctima solo evita la violencia de ese grupo criminal y no de los demás.

Al no garantizar la seguridad del resto de grupos delictivos, cada vez se pueden sumar bajo este pretexto a las distintas rutas migratorias.

Cálix reflexionó que además de la extorsión los transportistas tienen compromisos bancarios, por lo que algunas rutas ya son insostenibles.

Lamentó que en la actualidad un total de ocho rutas en la capital hondureñas permanezcan sin brindar el servicio de transporte a la población ya que no pueden pagar los elevados cobros por extorsión.

“Necesitamos un respiro”, dijo el dirigente al tiempo que envió un desesperado grito de auxilio a las autoridades hondureñas para que hagan lo que corresponda para brindar la seguridad necesaria a los transportistas.

Resumió que en este momento no están generando ingresos ni para pagar los compromisos bancarios, ni para cubrir las cuotas de extorsión.