«La vuelta al mundo en ochenta películas», un homenaje al hondureño Enrique Ponce Garay

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AME1635. TEGUCIGALPA (HONDURAS), 30/04/2024.- El director de la Cinemateca de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), René Pauck, habla con EFE durante una entrevista el 29 de abril de 2024, en Tegucigalpa (Honduras). La Cinemateca de la Unah rinde un homenaje al ya fallecido crítico de cine Enrique Ponce Garay con la edición de su libro 'La vuelta al mundo en ochenta películas', haciendo referencia a la famosa novela de Julio Verne 'La vuelta al mundo en ochenta días'. "El libro es un homenaje a un hombre que nos dejó una huella imborrable. Entonces hay que seguir haciendo vivir a la gente después de su salida, no para llorarlo, sino para que perdure el recuerde y la obra de él", dijo Pauck. EFE/ Gustavo Amador

Tegucigalpa.- La Cinemateca de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) ha rendido un homenaje al ya fallecido crítico de cine Enrique Ponce Garay, con la edición de su libro ‘La vuelta al mundo en ochenta películas’, parodiando a la famosa cinta «La vuelta al mundo en ochenta días».

«El libro es un homenaje a un hombre que nos dejó una huella imborrable. Entonces hay que seguir haciendo vivir a la gente después de su salida, no para llorarlo, sino para que perdure el recuerde y la obra de él», dijo a EFE el director de la Cinemateca de la Unah, René Pauck.

En honor a Ponce Garay, quien era crítico de cine en prensa escrita y radio, la Cinemateca de la Unah lleva su nombre.

Pauck recordó que después de que Ponce Garay falleció, el 25 de julio de 2006, a los 58 años de edad, una hermana suya, Gloria, le traspasó todo lo que había dejado, entre libros sobre cine y muchos artículos (manuscritos) que él publicó en el diario ‘Tiempo’, desde 1974, y Radio América.

Ponce Garay también promovía la cultura entre los niños regalando libros en jornadas de lectura en plazas públicas de Tegucigalpa, acompañado de reconocidos poetas, pintores y periodistas amigos suyos como Óscar Acosta, Roberto Sosa, Rubén Izaguirre, Ezequiel Padilla, Juan Manuel García y Roberto Budde, entre otros.

Ponce Garay «era realmente una enciclopedia», dice Pauck

Con ocasión del décimo aniversario de la Cinemateca y en coordinación con otras autoridades de la Unah y el editor Paul Martínez, se decidió publicar el libro de Ponce Garay a partir de 80 artículos escritos entre centenares que dejó.

Pauck también recordó que Ponce Garay, en sus críticas, le decía al público lo bueno y lo malo de las películas que ya había visto en los cines.

«Nos enseñaba cómo había que ver esa película, que primero había que ir a verla, cómo era el contenido, los artistas, su vida, si habían desaparecido, si habían dejado alguna huella en alguna otra película. Era realmente una enciclopedia», subrayó Pauck.

Entre las 80 películas de su libro, con su respectiva crítica, figuran ‘La dolce vita’, de Federico Fellini; ‘Manhattan’, en la que destaca uno de los mejores momentos de Woody Allen; ‘El fantasma de la libertad’, de Luis Buñuel; ‘El pasajero’, de Michelangelo Antonioni; ‘La venganza’, de Lina Wertmüeller, y ‘El cartero llama dos veces’, basada en la novela de James Caín, que fue llevada al cine por primera vez, en Francia, en 1939.

Roberto Budde, otro crítico hondureño de cine, recordó que a su amigo lo conoció a mediados de los años 70 del siglo pasado, y que le impresionó mucho cuando leyó sus críticas sobre películas como ‘La naranja mecánica’, ‘Taxi Drive’, ‘El padrino’ y ‘El exorcista’ , entre otras.

El editor Paul Martínez, señala en el epílogo del libro que la publicación ha sido enriquecida con la donación de los manuscritos que dejó Ponce Garay, que son como una contribución para «ampliar los acervos documentales en custodia de la Cinemateca Universitaria».

«La historia del cine es fascinante y el referente a nivel país para conocerle es si sin duda Enrique Ponce Garay», subraya Martínez.

La idea de Ponce Garay de su libro surgió en 1984, cuando escribió un artículo bajo el título «Diez años ante el cine».

En ese artículo señaló que cuando pequeño siempre acompañaba a su madre, quien, «por receta médica, leía mucho y asistía seguido al cine».

«¿Cuántas horas, cuántos días, cuántas noches pasé en el cine? No lo sé, no puedo saberlo… pero siempre leí lo que me encontraba o me caía en las manos sobre el cine, y siempre lamenté no poder conocer más y mejor el cine. Tal vez por eso guardé celosamente en la memoria todo lo que descubrí sobre el cine, tal vez por ello mismo, también, comencé a escribir sobre las películas», señaló quien quizá fue el mejor crítico de cine que tuvo Honduras en el siglo pasado. EFE