El clima de creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos, que se ha intensificado tras los ataques ordenados por la Administración de Donald Trump contra embarcaciones acusadas de narcotráfico en aguas del Caribe, no será uno de los temas centrales en la Semana de Alto Nivel de la ONU, que inicia el próximo lunes.
La Secretaría General de Naciones Unidas no incluyó la situación entre las crisis más urgentes que dominarán la cumbre diplomática, como sí lo hizo con Gaza, Ucrania y Sudán, a pesar de las reiteradas peticiones del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
A finales de agosto, Maduro envió una carta al secretario general António Guterres solicitando un gesto público de respaldo en defensa de la soberanía e integridad territorial de Venezuela. En la misiva, el mandatario denunció una “escalada de agresiones” por parte de Washington y pidió apoyo a los principios fundacionales de la ONU.
Por su parte, el embajador de Venezuela ante el organismo, Samuel Moncada, se reunió con Guterres para exponer la postura de Caracas frente a la crisis en el Caribe. El diplomático calificó el encuentro de “bueno”, sin ofrecer mayores detalles.
Mientras tanto, el Gobierno venezolano insiste en que los ataques de Estados Unidos forman parte de una estrategia de “guerra híbrida” para debilitar al país, mientras que Washington sostiene que sus operaciones en el Caribe responden a la lucha contra el narcotráfico.
Aunque el tema no ocupará un espacio destacado en la agenda oficial de la ONU, analistas internacionales advierten que la escalada de tensiones entre Caracas y Washington podría convertirse en un foco de inestabilidad regional con repercusiones en la seguridad internacional.