Tegucigalpa – La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunciará próximamente un plan estratégico para enfrentar las deportaciones masivas de migrantes hondureños amenazadas por la administración del presidente estadounidense Donald Trump. Así lo informó este jueves el vicecanciller Antonio García.
García destacó que el Gobierno está tomando la situación con la mayor seriedad posible y aseguró que la mandataria “hará todo lo que esté a su alcance” para proteger a los migrantes hondureños en Estados Unidos.
“El Gobierno de la Presidenta @XiomaraCastroZ se ha tomado de la manera más seria posible el tema y la amenaza de deportaciones masivas y hará todo lo que esté a su alcance para defender a nuestra diáspora como corresponde. Pronto anunciará un plan y estrategias”, publicó García en redes sociales.
En las últimas horas, García sostuvo una reunión con Wilson Paz Reyes, director ejecutivo del Instituto Nacional de Migración (INM), y representantes de las instituciones del Consejo de Gobernanza Migratoria. En el encuentro, discutieron las políticas migratorias de la administración Trump y sus implicaciones para Honduras y América Latina, así como posibles estrategias para mitigar sus efectos.
Llamado al diseño de un plan de contingencia
El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) instó al Estado a implementar un plan de contingencia para atender las necesidades de los deportados. Elsy Reyes, coordinadora de la Defensoría de Movilidad Humana del Conadeh, señaló que muchos de los migrantes huyeron de sus comunidades debido a la violencia, lo que podría poner en peligro sus vidas si deben regresar a sus lugares de origen.
Reyes subrayó la importancia de proporcionar alojamiento temporal, reubicar a los retornados en zonas seguras y trabajar en su integración en nuevas comunidades. También propuso coordinar esfuerzos interinstitucionales que incluyan a organizaciones civiles, el sector privado y el Conadeh, con el objetivo de diseñar un plan efectivo para enfrentar esta situación.
Se estima que más de 260,000 hondureños tienen órdenes de deportación en Estados Unidos, quienes serían los primeros afectados por las políticas anunciadas por Trump.