Obispos llaman a fortalecer la democracia y rechazar la polarización en elecciones del 2025

0
338

Tegucigalpa.- La Conferencia Episcopal de Honduras realizó este viernes un importante llamado a fortalecer la democracia y rechazar la polarización de cara a las elecciones primarias que se realizarán el 9 de marzo de 2025.

«Vemos con esperanza el proceso electoral que ya ha iniciado en Honduras con la
convocatoria a elecciones en el 2025, conforme a nuestras leyes y de nuestros valores
comunes», se lee en el pronunciamiento.

La Conferencia Episcopal reafirma también su compromiso de caminar junto a la ciudadanía para fortalecer los valores democráticos de Honduras y resalta la importancia de mantener la vía fraterna, alejando los ataques que polarizan y no contribuyen a la paz social.

El comunicado recuerda que la Constitución de 1982 ha permitido el período democrático más extenso en la historia de Honduras y que la estabilidad del país depende de un proceso electoral libre de manipulación y abuso de poder.

Señala que «cualquier posición autoritaria y manipuladora del proceso electoral y de la vida política desligada de la verdad y sin la más mínima actitud de humildad para reconocer los propios errores, es nociva para nuestra sociedad y crea un clima político tóxico saturado de mutuas y estériles acusaciones, promueve la imposición de visiones partidistas que impiden avanzar hacia una democracia de diálogo, consensos, acuerdos en bien de nuestro país que lo que necesita es gozar de una estabilidad que le permita mirar hacia el futuro, con esperanza y con un plan establece de desarrollo económico y social».

Transparencia y respeto

Los obispos también hicieron un llamado a los partidos políticos y precandidatos a desarrollar una campaña de altura, basada en la transparencia y la rendición de cuentas, en especial, con el financiamiento de la propaganda política.

«Rogamos a los partidos políticos y a los diferentes precandidatos a ocupar cargos de
elección popular que desarrollen una campaña de altura y respeto, con transparencia
y rendición de cuentas sobre todo de los dineros invertidos en la propaganda política», cita el documento.

Los obispos insistieron en la necesidad de que los actores políticos presenten propuestas concretas de desarrollo y se alejen de la diatriba y la descalificación personal.

«Es obligación de los dirigentes políticos que los sueños de los hondureños, especialmente los más pequeños, no sean truncados», enfatizaron, subrayando el derecho de todos los ciudadanos a vivir con dignidad.

«Honduras merece que, uniendo los corazones de todos, se propicie en un futuro
cercano, un consenso social que traiga paz y prosperidad, que se establezca la justicia
y se promuevan los derechos humanos», continúa el comunicado.

Preocupaciones

El documento también expone varias preocupaciones sobre decisiones recientes del gobierno que, según los obispos, merecen una respuesta transparente.

Entre ellas, destacan la denuncia del tratado de extradición con Estados Unidos, la costosa construcción de una cárcel de máxima seguridad en Islas del Cisne, la no instalación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH), y la indefensión de los defensores de la «Casa Común».

La Conferencia Episcopal señaló la influencia del narcotráfico en las instituciones del Estado y denunció el acercamiento ideológico del gobierno con países que no favorecen la libertad y la transparencia electoral.

«Es evidente la influencia de los carteles del narcotráfico y su capacidad de corromper todo lo que tocan», lamentan los obispos.

Un llamado a la paz

Los obispos recordaron con respeto y admiración a Juan Antonio López, defensor de la creación y los valores del Reino, quien fue asesinado por su lucha en favor de la justicia. Su memoria, dijeron, debe inspirar a todos a trabajar por la paz y la verdad sin temor.

«Nuestra Casa Común y los valores del Reino, debe llamarnos a todos a trabajar por la paz, sin miedo y con la certeza de que la última palabra nunca la tendrán los que han perdido el sentido de Dios y el respeto a sus hermanos, por llenarse los bolsillos con una riqueza que está maldita, regada con sangre inocente», enfatizó el documento.

El comunicado cierra con una invitación a todos los hondureños a promover y practicar los valores que pueden hacer de Honduras una sociedad digna de ser.