Tegucigalpa – En su homilía del Domingo de Resurrección, el arzobispo de Tegucigalpa y presidente de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), José Vicente Nácher Tatay, envió un mensaje cargado de esperanza, recordando que el amor a la patria es lo que mantiene viva a la nación.
«El maligno ha sido vencido y la humanidad ha sido salvada, Jesús resucitó», proclamó el arzobispo durante la misa solemne, señalando que la resurrección de Cristo representa una victoria espiritual que también se refleja en la vida cotidiana de los pueblos.
“Hay patria porque amamos a la patria, eso es lo que mantiene viva a nuestra nación. Mientras sigamos amando a nuestra patria, nuestra patria está viva”, reflexionó, haciendo un llamado a renovar el compromiso con los valores nacionales desde la fe.
El arzobispo también subrayó que este principio aplica igualmente a otros aspectos fundamentales de la vida como la familia, las comunidades parroquiales y la sociedad en general. “Todo se mueve por el amor”, afirmó, destacando que el amor es el motor que da sentido y permanencia a las realidades humanas.
En su mensaje pascual, sostuvo que el cristianismo no debe entenderse como una carrera de velocidad, sino de profundidad, donde lo esencial se contempla desde el interior del misterio de Cristo.
“Cristo vive en nosotros y nosotros vivimos para Cristo y para los demás”, añadió, destacando que la resurrección de Jesús no es un acontecimiento relegado al pasado, sino una experiencia viva que se renueva en cada Eucaristía.
El mensaje concluyó con un llamado a la esperanza, recordando que la Pascua es un encuentro universal entre Jesucristo y la humanidad. “Jesús ha resucitado y ya no queda en el pasado, es el presente”, enfatizó el líder religioso.
