A 44 meses de la administración de la presidenta Xiomara Castro, la población hondureña mantiene una evaluación mayoritariamente crítica sobre su gestión, según revela el último estudio de opinión de la encuestadora Sondeo Digital.
El informe, realizado entre el 22 de septiembre y el 7 de octubre de 2025, encuestó de manera presencial a 1,950 personas mayores de 18 años en todo el territorio nacional, con excepción de Islas de la Bahía y Gracias a Dios. La muestra se seleccionó aleatoriamente, con un margen de error de ±2.22% y un nivel de confianza del 95%.
La mayoría califica la gestión como “regular”
Según los resultados, la categoría más frecuente en todos los segmentos de la población es “regular”, reflejando una percepción de estancamiento o neutralidad sobre la administración. Sin embargo, las evaluaciones negativas superan con creces a las positivas, especialmente entre adultos y mujeres.
Críticas según edad
- Jóvenes (18 a 25 años): El 48.6% califica la gestión como “regular”, mientras que el 36.8% la considera “mala” o “muy mala”. Solo el 14.6% tiene una opinión positiva.
- Adultos jóvenes (26 a 33 años): El 40.8% otorga una evaluación negativa y solo el 13.7% valora positivamente la gestión.
- Personas entre 34 y 41 años: Las opiniones negativas alcanzan el 46%, frente a apenas un 14.4% de valoración positiva.
- Grupos de 42 a 57 años: Más del 43% considera la gestión “mala” o “muy mala”.
- Mayores de 65 años: Se observa una leve mejora en la percepción positiva (32.4%), aunque el 43.7% sigue desaprobando la administración.
Evaluación por género
- Hombres: El 41.3% califica la gestión como “regular”, el 15.4% como “buena” y solo el 3.6% como “muy buena”. Las opiniones negativas suman un 39.7%.
- Mujeres: La desaprobación es mayor, con un 42.9% que califica la gestión como “mala” o “muy mala”. Solo el 15.2% expresa una opinión positiva, y la categoría “muy mala” alcanza el 25.4%, superando en más de cinco puntos a la de los hombres.
Una ciudadanía crítica y con expectativas no cumplidas
A punto de cumplir cuatro años de gobierno, la administración de Xiomara Castro enfrenta a una ciudadanía dividida, mayoritariamente insatisfecha y con claras diferencias según edad y género. La constante en casi todos los segmentos es una percepción de estancamiento, reflejada en la categoría “regular”, acompañada de un creciente porcentaje de desaprobación, sobre todo entre los grupos de mayor edad y entre las mujeres.
Estos resultados representan un llamado de atención para el gobierno, que deberá reorientar su estrategia política, comunicacional y de gestión pública si desea revertir la tendencia crítica en el tramo final del mandato.