La socióloga Julieta Castellanos presentó un análisis en el que abordó las recientes tensiones políticas dentro del partido Libertad y Refundación (Libre) y su estrategia frente a la caminata convocada por la Iglesia Católica y la Confraternidad Evangélica para el próximo 16 de agosto.
Castellanos recordó que en junio Libre atravesó lo que calificó como su propia “tormenta interna”, marcada por el caso “Koriun”, aún sin esclarecer, y por la filtración de un video en el que dos funcionarios describen el uso de fondos institucionales para financiar campañas internas, vinculado al caso del cheque de SEDESOL.
A esto se sumaron asignaciones millonarias a diputados a través del nuevo Fondo Social, lo que reavivó las divisiones internas tras el triunfo del movimiento M28. Señaló que Libre también enfrenta señalamientos por nepotismo, el “narco video”, el incumplimiento en la instalación de la CICIH y el asesinato del ambientalista Juan López.
En su análisis, Castellanos sostuvo que la cohesión interna del partido se ha sostenido por la distribución de prebendas y empleos desde su núcleo de poder.
Crisis en el CNE y panorama político
La socióloga también se refirió a la crisis en el Consejo Nacional Electoral (CNE), que inició el 7 de junio cuando colectivos de Libre impidieron la recepción de ofertas para el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP). La situación se agravó con la ausencia del consejero Marlon Ochoa, el quiebre de Ana Paola Hall y su posterior renuncia condicionada.
Castellanos advirtió sobre una posible alianza entre sectores del Partido Liberal y Libre, basada en intereses económicos. También recordó que el Partido Nacional intentó sacar provecho de la crisis liberal, pero se vio afectado tras la imputación del diputado Nelson Márquez por fraude.
Estrategia frente a la caminata del 16 de agosto
Según Castellanos, superada la crisis interna, Libre ha concentrado esfuerzos en debilitar la caminata convocada por organizaciones religiosas, sumando voces desde la izquierda que buscan descalificarla.
La socióloga recordó que la participación de líderes religiosos en procesos sociales y políticos tiene precedentes en Centroamérica, como el papel de Miguel D’Escoto y Ernesto Cardenal en Nicaragua, y de Monseñor Óscar Arnulfo Romero y los sacerdotes jesuitas en El Salvador.
Concluyó señalando que la izquierda hondureña vinculada a Libre está usando la delgada línea entre la defensa de los derechos civiles y la actividad política partidaria, y recordó que los derechos civiles y políticos son inherentes a las personas y no patrimonio de los partidos políticos.