Tegucigalpa.- La Iglesia Católica de Honduras ponderó hoy el valor del sacramento del matrimonio y recordó que no se divorcia, en cambio se busca la conciliación para salvar la indisolubilidad de esta unión que es hecha por Dios.
“Lo que Dios une que no lo separe el hombre”, reflexionó hoy el sacerdote Simón Fú, vicario de la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel de Tegucigalpa.
El sacerdote dijo durante la homilía que es normal que existan crisis en los matrimonios, pero es justo es el momento adecuado para probar que une a la pareja.
En ese contexto, razonó que cuando existan crisis es necesario preguntarse en qué basan su relación, en el respeto, convivencia, comunicación u otro aspecto.
Sin embargo, no se debe optar por el divorcio, la Iglesia no divorcia, apuntó.
“La iglesia no divorcia, la Iglesia cuando hay situaciones extremas en los matrimonios busca el discernimiento y las causas que permiten anular ese matrimonio. El matrimonio se realiza por ello bajo una adecuada salud mental y espiritual que permita que se convierta en un sacramento donde está presente Jesús el Señor”, reflexionó.
En cambio, la Iglesia pide el discernimiento profundo, que no es más que valorar profundamente a la otra persona y colocarse en disposición de reconciliación.
Incluso es válida la ayuda de la ciencia, es decir, ayuda psicológica o pediátrica para estabilizar el matrimonio.
Con base en lo anterior, exhortó a recordar la ilusión y el amor con que se casaron cuando sobrevengan las crisis.