El Gobierno de Honduras desmintió este lunes que la Ley de Justicia Tributaria (LJT) haya perdido importancia dentro del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), señalando que la normativa sigue siendo un compromiso vigente y un pilar esencial para la modernización fiscal del país.
La directora del Servicio de Administración de Rentas (SAR), Mariana Ríos, aseguró que es falso que la LJT haya quedado fuera del acuerdo, y explicó que el documento suscrito con el organismo multilateral respalda la aprobación de la normativa, al estar diseñada de forma “lógica, integral y orientada a la progresividad”.
“La Ley busca que Honduras cumpla con los estándares internacionales en materia de recaudación, evitando la evasión y corrigiendo vacíos que han favorecido a ciertos sectores”, afirmó Ríos.
La funcionaria acusó a un “pequeño sector privilegiado” de desinformar y rechazar la ley con el objetivo de conservar beneficios fiscales particulares. “Lo que no quieren es que se toquen directamente sus intereses económicos”, señaló, al tiempo que defendió que la propuesta generará condiciones más justas y competitivas para nuevos emprendedores.
Por su parte, el director de la Administración Aduanera de Honduras, Fausto Cálix, coincidió en que el FMI mantiene su respaldo a la LJT. En declaraciones a Radio América, enfatizó que la normativa es necesaria para evitar que el país se convierta en un “paraíso fiscal”.
Recordó además que el memorándum inicial con el FMI establece de manera explícita que la aprobación de la LJT es una condición esencial del acuerdo. “Se trata de garantizar un sistema tributario equitativo, justo y equilibrado, con reglas claras para todos los contribuyentes”, sostuvo.
Cálix confió en que el Congreso Nacional apruebe la iniciativa en los próximos meses y llamó a la ciudadanía a respaldar a quienes impulsen el debate legislativo.
Ambos funcionarios coincidieron en que la Ley de Justicia Tributaria representa un avance hacia un esquema más transparente y sólido, clave para fortalecer la estabilidad financiera, la credibilidad internacional y la atracción de inversión en Honduras.