La presidenta Xiomara Castro convirtió este martes la inauguración de la ampliación de la subestación eléctrica de Toncontín en una tribuna política, al combinar la promoción de obras de su administración con fuertes críticas a la oposición y un abierto respaldo a la candidatura presidencial de Rixi Moncada.
En su discurso, la mandataria cuestionó a los aspirantes opositores al afirmar que no presentan propuestas concretas en el arranque oficial de la propaganda electoral. “Si usted habla con estos cuatro candidatos y les pregunta, estoy casi segura que están de acuerdo con lo que se hizo en 12 años y siete meses de gobierno, y son capaces de volverlo a hacer”, declaró.
Castro señaló que quienes gobernaron durante ese período “les duele estos tres años y tienen que inventar para lograr conquistar y parar la refundación de este país”, en referencia a los adversarios de Moncada.
La presidenta defendió su gestión asegurando que en tres años y siete meses se han impulsado cambios en beneficio colectivo. “Hemos demostrado que sí se puede ser diferentes y llevar energía a las aldeas y comunidades donde antes era imposible”, dijo.
Asimismo, advirtió que los opositores pretenden privatizar la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), eliminar subsidios a los combustibles y la tarifa eléctrica, así como suprimir la matrícula gratis y la merienda escolar. Pidió a la ciudadanía no dejarse llevar por “canciones de propaganda” ni “sonrisas bonitas”, sino exigir planes claros y viables.
“Algunos candidatos se llenan de solo críticas, pero que diga cuáles son sus propuestas”, insistió Castro, subrayando que la población quiere escuchar planteamientos de frente y no únicamente a través de debates o anuncios publicitarios.
En el mismo acto, destacó nuevamente a Rixi Moncada como su sucesora dentro del oficialismo. “Le va a tocar a Rixi ir reparando los hospitales”, afirmó, asignándole públicamente la responsabilidad de fortalecer la red hospitalaria.
Con estas declaraciones, la presidenta transformó un evento oficial en un escenario político, combinando la exhibición de avances en infraestructura energética con ataques directos a sus opositores y un respaldo explícito a la aspirante presidencial de su partido.
