Un restaurante da comida gratuita en plena crisis de coronavirus en Guatemala

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En Guatemala, un país donde el 60 por ciento de los 16 millones de habitantes viven en la pobreza, uno de cada dos niños sufre de desnutrición, de acuerdo a organismos internacionales. FOTO CORTESÍA

Guatemala– A escasos pasos de Casa Presidencial, el despacho del presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, y del Palacio Nacional de la Cultura (oficina gubernamental), una larga fila de personas se aglomeraron este miércoles en busca de un plato de comida de al menos 650 que se reparten sin costo.

Se trata del restaurante Rayuela, ubicado en el corazón del centro histórico de la capital guatemalteca, que ha iniciado una labor altruista pese a ser un negocio «en quiebra» por la crisis económica derivada de la emergencia sanitaria del coronavirus SARS-CoV-2, como lo reconoce a la Agencia EFE el dueño del local, Byron Vásquez.

Las personas formadas afuera de Rayuela reciben una porción de arroz y frijoles con huevo, como suele ser la mayoría de veces, a excepción de aquellos días que han saboreado arroz con pollo o carne y hasta pasta con soja o similares.

Junto a su otro socio y los tres trabajadores de Rayuela, Vásquez no imaginó que esta iniciativa pasaría en cuatro semanas de entregar almuerzos gratuitos a 20 personas por día a los 650 que alcanzó el pasado domingo, el máximo registrado en el restaurante en lo que va de la crisis.

Vásquez contó a EFE que la idea de apoyar a la sociedad, al menos a la que está a su alcance, comenzó al abrir Rayuela casi tres años atrás, cuando decidieron que iban a darle un espacio seguro a las madres que necesitaran dar lactancia -además de darles un café o un té de cortesía-, así como no cobrar por el agua de beber a nadie o permitir el acceso al sanitario a quien lo requiera.

Con el restaurante también han ayudado a personas de comunidades desalojadas y les han dado seguimiento buscando ropa para donarles, así como suministros escolares.

Puntualmente, la idea de darle comida gratis preparada del menú a los más necesitados vino con una iniciativa que denominaron «Café Pendiente», en la que los clientes «dejan pagados tres cafés por adelantado y con ese dinero nos ayudan para poder dar comida a la gente que lo necesita».

La emergencia del COVID-19 los obligó a cerrar el restaurante y mantener solo la modalidad para llevar, pero aún así decidieron abrir convocatoria para recibir donaciones para poder continuar con la labor de entregar comida gratuita.

CORRE LA VOZ

El pasado 13 de marzo el Gobierno confirmó el primer caso positivo de coronavirus en el país centroamericano y tres días después decretó algunas medidas de confinamiento, suspendió el transporte público y una semana después decretó toque de queda vespertino, lo que ha impedido el avance dramático del virus, pero desarrollado una crisis sin precedentes en el país, como en todo el mundo.

Con este contexto, Rayuela siguió su labor social llegando «el primer día a 35 (comensales gratuitos), pero la voz corrió y después llegaron 85, luego 150, hasta que el domingo pasado tuvimos 650 y el lunes 550, así, abiertos todos los días», describió Byron.

Pese a estar «en quiebra», Rayuela mantiene al personal. «Les pagamos por día a los tres empleados y les hicimos una buena compra de súper mercado al comenzar esta situación (del toque de queda y otras restricciones)», contó.

Además del almuerzo, el restaurante prepara por la mañana atol y frijoles, así como pan dulce, también gratis para quien lo necesite, sin preguntar estatus socioeconómico ni mucho menos.

Ahora, «hemos logrado por ejemplo que la gente abra sus casas. Hay una red de gente que está cocinando desde sus casas. Muchas veces les damos (los insumos de) lo que vamos a preparar cada día y se lo llevan (para cocinarlo) y eso nos ayuda mucho», detalló Vásquez.

EL APOYO SOCIAL

Al dueño de Rayuela le ha sorprendido «el desapego» de quienes les están donando dinero, sin importar la cantidad, como quienes «nos han depositado 25 quetzales (3,25 dólares) o quien nos pasa dejando 5 o 10 quetzales (65 centavos de dólar a 1,30 dólares)».

Aunque Byron Vásquez reconoce haber recibido críticas de medios o personas que cuestionan desde suponer que se quedarán con algunas donaciones o por usar plástico para repartir la comida y generar basura, «sabemos que estamos tratando de ayudar a la gente por la emergencia y también contemplamos que nos ayuden con donaciones de platos e instrumentos ecológicos».

Mientras la ayuda crece y las personas pueden satisfacer el hambre que aumenta cada día en las cercanías de Rayuela, aumenta también los interesados en apoyar esta iniciativa, mientras el coronavirus, hasta este miércoles, suma 180 casos positivos de COVID-19, de los cuales cinco han fallecido, según datos oficiales.

En Guatemala, un país donde el 60 por ciento de los 16 millones de habitantes viven en la pobreza, uno de cada dos niños sufre de desnutrición, de acuerdo a organismos internacionales. EFE