Según informe forense, Allison Argueta habría sido víctima de un homicidio y no atacada por un pitbull

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Tegucigalpa.- A la pequeña Allison Argueta de nueve años no la mató un Pitbull como se manejaba al inicio, según informe forense revelado por medios escritos, ella tenía una herida corto punzante en su cabeza y cuello, además, indicios de haber sido abusada sexualmente.

La menor murió el pasado 8 de junio en el barrio Las Delicias de Lepaera, Lempira, según sus familias, luego de haber sido atacada por Rocky, un perro cachorro de la raza pitbull.

Su padre relató que a eso de las 3:23 de la tarde recibió una llamada de un tío de su hija diciéndole que la había atacado el pitbull. Al llegar a la casa encontró la cadena del perro enredada en el cuello de su hija y que tenía el cuerpo lleno de rasguños. Familiares llamaron a un doctor, pero ya la niña estaba muerta.

Sin embargo, las investigaciones del Ministerio Público (MP) continuaron y tras los análisis pertinentes, determinaron que la niña tenía golpes en su cabeza, una herida de arma blanca en su cuello, así como indicios de haber sido abusada sexualmente.

La herida, aunque no se ha determinado con precisión, los estudios revelados por dichos medios escritos indican que fue con un objeto con filo. Además, los forenses hacen más estudios, pues en las partes íntimas de la niña encontraron lesiones, que no eran recientes.

Para determinar si antes de ser asesinada fue abusada sexualmente, el forense también tomó muestras de secreciones, las cuales se analizan en los laboratorios de Medicina Forense de Tegucigalpa. De encontrar resultados positivos de semen, se seguirá un proceso científico para determinar a quién corresponden.

El Ministerio Público, a su vez, contrató a un veterinario como consultor, quien confirmó que las lesiones que tenía la víctima no correspondían a mordeduras de perro, tampoco los rasguños.

Agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) han tomado declaraciones y están a la espera del dictamen de autopsia hecho en Santa Rosa de Copán para proceder e identificar al sospechoso del crimen y entregar el expediente al Ministerio Público.

Rocky, el perro que supuestamente había atacado hasta causarle la muerte a la niña, fue llevado a un refugio donde el cuidador grabó un video luego de meterlo a una jaula para una cuarentena.

El cuidador relató que el pitbull tenía golpes en la cabeza, estaba flaco y no mostraba señales se agresividad.

Padre sostiene versión del perro

Sin embargo, el padre de la menor, Leopoldo Argueta, dijo que, “yo sigo sosteniendo que a mi hija la mató el perro”.

“Este es un giro inesperado, pero sigo confiando en Dios que es quien me ha dado la fortaleza”, agregó el padre.

Argueta expresó que está dispuesto a someterse a cualquier tipo de investigaciones, sobre la persona que estaba con la menor al momento de la tragedia, es un tío de ella y de igual forma está dispuesto a las investigaciones.

El señor Argueta en tono triste dijo “extraño mucho a mi hija, la amo”.