Respiradores para COVID-19 adquiridos en España son cuestionados en Bolivia

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Bolivia tiene confirmados 165 fallecidos y 3.826 casos de coronavirus, en un país de unos once millones de habitantes y donde la enfermedad se detectó el pasado marzo.

La Paz– Los respiradores para pacientes con coronavirus adquiridos en España son cuestionados en Bolivia, donde el Gobierno interino defiende su idoneidad ante las críticas de médicos y políticos.

Una primera partida de 170 de estos equipos, de un total 500, llegó el pasado jueves a Bolivia desde la ciudad española de Barcelona en un vuelo especial de la estatal Boliviana de Aviación, tras lo que están siendo repartidos por hospitales del país en actos presididos por la mandataria interina, Jeanine Áñez.

El Ministerio de Salud de Bolivia argumenta que los respiradores cuentan con certificación de entidades oficiales en España y de una conocida multinacional, para apoyar el tratamiento de enfermos de COVID-19 en estado crítico.

«Son un gran apoyo», defiende el ministro interino de Salud, Marcelo Navajas, un médico que asegura que los tratamientos con este tipo de equipos cuentan con una larga experiencia que muestra su eficacia.

El Ministerio de Gobierno (Interior) subraya por su parte que el costo es menor a adquisiciones similares en países como el vecino Brasil.

La adquisición en Bolivia es financiada por el Banco Interamericano de Desarollo (BID), con una partida de cinco millones de euros, de acuerdo a esta entidad.

Las críticas en Bolivia se centran por un lado en su coste, diez veces mayor que tecnología desarrollada en el país como unos respiradores diseñados por la estatal Universidad Mayor de San Andrés que cuestan unos mil dólares.

Aunque la principal crítica es que no son adecuados para tratamientos en unidades de terapia intensiva, por lo que solo valdrían para emergencias, como denuncian el Sindicato de Ramas Médicas de Salud Pública y la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva, entre otras entidades del sector sanitario.

Desde el ámbito político varios expresidentes bolivianos secundan este cuestionamiento, que Evo Morales califica de «escándalo», Jorge Quiroga advierte de que resultaría «inadmisible» si se confirman las críticas de los sanitarios y Carlos Mesa define como una «falta de eficiencia».

Bolivia tiene confirmados 165 fallecidos y 3.826 casos de coronavirus, en un país de unos once millones de habitantes y donde la enfermedad se detectó el pasado marzo.

El Gobierno interino de Áñez denuncia que heredó un sistema sanitario precario de la época en el poder de Evo Morales, mientras que desde distintos sectores se cuestiona su capacidad para gestionar la emergencia sanitaria. EFE