Tegucigalpa- El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, seguirá hospitalizado al menos dos semanas mientras se somete a los tratamientos para superar la COVID-19, pero se encuentra «bien de salud, progresando y alegre», dijo este jueves el médico infectólogo Tito Alvarado.
«El presidente está siendo tratado por tres médicos que tienen mucha experiencia en la enfermedad, él está estable y me imagino que lo van a tener un promedio de 12 a 14 días hasta que esté plenamente recuperado», enfatizó Alvarado.
Un médico neumólogo y dos intensivistas son los especialistas que atienden a Hernández en el Hospital Militar, en Tegucigalpa.
El gobernante, de 50 años, anunció el martes que él y su esposa, Ana García, contrajeron la COVID-19, por lo que un día después fue ingresado al Hospital Militar, desde donde atiende sus deberes vía teletrabajo.
Alvarado señaló que Hernández ha sido diagnosticado con neumonía, por lo que está recibiendo el tratamiento denominado «Catracho», que surgió de una combinación de fármacos diseñada por los médicos especialistas intensivistas Fernando Valerio y Oscar Díaz, apoyados desde Estados Unidos por el especialista hondureño Miguel Sierra Hoffman.
«Está siendo tratado con el tratamiento Catracho y dexametasona, se le dio anticoagulante, antinflamatorios, él ha mantenido la estabilidad hasta el momento», explicó el especialista.
El tratamiento «Catracho» tiene una fórmula para manejo hospitalario, si el paciente tiene una complicación o la enfermedad le ha avanzado y no llegó a tiempo de aplicarse la terapia comunitaria, según los médicos.
Alvarado aseguró además que debido a «la buena salud que tiene el presidente, no ha tenido necesidad de ser intubado, simplemente está pendiente de usar oxígeno, pero solo si lo llegara a necesitar”.
El presidente hondureño está «bastante bien, alegre como es él, no ha necesitado oxígeno, porque afortunadamente fue captado temprano en la enfermedad», enfatizó el infectólogo.
Sobre la primera dama y esposa de Hernández, el médico dijo que ella está «bien», por lo que «no tuvo necesidad de ser hospitalizada, está en su casa, porque es asintomática”.
Hasta ahora se desconoce cómo contrajeron el coronavirus el presidente hondureño y su esposa.
Honduras registraba hasta este miércoles 10.299 casos positivos y 336 decesos por COVID-19, según las cifras del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).
Otras 1.116 personas han superado la enfermedad, mientras que 934 permanecen hospitalizadas, de las que 580 están en condición estable, 303 graves y 51 en cuidados intensivos, de acuerdo a las estadísticas. EFE
