Presidente de Honduras expresa su apoyo a la junta interventora de las cárceles

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Juan Orlando Hernández Alvarado, presidente de Honduras. EFE/Angel Diaz/ Archivo

Tegucigalpa – El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, expresó su apoyo este miércoles a la junta interventora del sistema penitenciario y pidió a los defensores de derechos humanos que colaboren para proteger los derechos de las víctimas de los criminales.

Quiero decirles a la Junta Interventora lo que les he dicho en privado y hoy lo diré en público, que estamos para apoyarles con todo, sin retroceder”, subrayó Hernández en una comparecencia ante la prensa en la Casa Presidencial.

El poder Ejecutivo declaró este martes el estado de emergencia en el sistema penitenciario y ordenó a la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) tomar el control de las cárceles luego de la suspensión temporal de las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario y de Instituto Nacional para la Atención a Menores Infractores (INAMI).

La intervención fue anunciada luego de varios episodios de violencia que han dejado al menos quince personas muertas, incluidos cuatro menores, en cinco cárceles del país centroamericano, en las que persiste el hacinamiento y otros problemas.

“Lo que estamos viendo hoy es una reacción que en otros sistemas del mundo también se ven en las cárceles de máxima seguridad», enfatizó el gobernante hondureño, quien puso de ejemplo el caso de Panamá, donde ayer murieron doce presos en la cárcel La Joyita.

RESPALDO

Señaló que la Fusina, que está integrada por la Policía Nacional, la Policía Militar del Orden Público, la Tropa de Inteligencia y Grupos de Respuesta Especial de Seguridad, jueces y fiscales, respaldará todo el proceso de intervención de las cárceles.

“Allí vamos a tener también a unidades de fuerzas especiales de la Policía Nacional”, aseguró Hernández, quien dijo además que su país ha reducido en un 50 % la tasa de homicidios, hasta 39,14 por cada 100.000 habitantes.

Dijo además que muchos de esos homicidios se ordenaban desde las cárceles, desde donde además se mandaba a «secuestrar niñas a los colegios».

“Las raptaban, las ingresaban al centro penal, las abusaban y luego las ponían en la calle y en algunas ocasiones no volvían a aparecer”, explicó.

REACCIONES A LA INTERVENCIÓN

Reconoció que ya «hay reacciones» a la intervención del sistema penitenciario, cuyo principal propósito es proteger al pueblo hondureño de los más peligrosos y «de esas máquinas de matar, de esos seres humanos que perdieron el alma y el respeto por las personas”.

El número de personas presas en Honduras llegó a 21.731 este año, lo que supuso un incremento del 67,1 % de la población carcelaria de 2013 (13.000), añadió.

“Este es un tema que no es menor”, señaló Hernández, quien afirmó que en los centros penales cerrados por su Gobierno existía «un imperio del mal”.

Dijo además que la intervención permitirá «evaluar, tomar las mejores decisiones» para mejorar el control en las cárceles del país.

“Todo esto nos llevará a tomar las mejores decisiones en un tema temporal en el que se ejecutarán las mejores prácticas con tecnología y con un personal calificado y novedoso”, agregó.

No obstante, el mandatario señaló que el aumento de hechos violentos en los centros penales obedece en gran parte «al reacomodamiento y las luchas entre bandas criminales y los nuevos liderazgos que quieren asumir supliendo a los que están en las cárceles».

“Lo que estamos viendo son más problemas de convivencia que de criminalidad organizada”, subrayó Hernández.

DERECHOS DE VÍCTIMAS DE CRIMINALES

Exhortó al Comité Nacional contra la Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (Conaprev) y a los defensores de derechos humanos a que trabajen «en colaboración, al igual que a la ciudadanía, para hacer valer también los derechos de las víctimas».

“Muchas veces no se dice nada desde los derechos humanos sobre los embates que se han sufrido” los hondureños víctimas de la violencia, enfatizó.

Dijo que no desconoce que en el país «hay un grupo de abogados y familiares que han venido atacando el sistema carcelario de máxima seguridad y lo seguirán atacando”.

Esos abogados y familiares de los presos también «buscan la manera de desacreditar el sistema para volver a la holgura que tenían antes”, acotó el presidente hondureño.