Petróleo de Texas abre con una caída del 3,67 % golpeado por la baja demanda

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Foto: Cortesía

Nueva York- El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este viernes con una bajada del 3,67 %, hasta los 21,77 dólares el barril, golpeado por la caída brutal de la demanda de combustible derivada de las restricciones en los desplazamientos por el COVID-19 y en medio de una guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia, que continúan sin acercar posturas.

A las 09.15 hora local (13.15 GMT) el barril cotizaba así por debajo de los 22 dólares tras restar 0,83 dólares respecto a la sesión previa del jueves.

Los precios del petróleo bajaban a la par que prácticamente la mitad de la población mundial sufre medidas de aislamiento y cuarentena obligatorias decretadas por sus gobiernos, lo que ha provocado una caída en los desplazamientos y un desplome en la demanda de combustible.

Se estima que la demanda de crudo se resentirá hasta un 20 %, por lo que algunas voces autorizadas como la Agencia Internacional de Energía llamaron a los principales productores como Arabia Saudí a estabilizar los mercados.

Desde que Rusia rompiera la baraja en la última reunión en Viena, donde se negoció ampliar el recorte vigente en la producción para estabilizar los suministros de crudo y aguantar los precios, Arabia Saudí anunció que de no haber acuerdo presionaría los precios hasta el final y que incluso incrementaría su capacidad de producción en varios millones de barriles por día.

Tras no alcanzar un consenso, a partir del 1 de abril los países de la OPEP y sus principales aliados, como Moscú, tienen carta blanca para bombear tanto «oro negro» como estimen oportuno.

Según los analistas, en este contexto de guerra de precios, se avecina un año incierto en el que el precio del barril puede estar en torno a los 20 dólares durante buena parte del segundo trimestre.

En lo que va de año, los precios del WTI han bajado más de un 60 % y en los últimos días se ha mostrado impasible ante las noticias de estímulos económicos que llegan desde Washington y que algunos inversores esperaban que ayudasen a poner un suelo a los precios, algo que hasta el momento no ha sucedido. EFE