Muere por coronavirus canadiense que había llegado en un crucero a Brasil

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Río de Janeiro.- Un ciudadano canadiense de 79 años infectado con la COVID-19 y que había sido aislado dos semanas atrás en un hospital tras llegar a la ciudad brasileña de Recife en un crucero y dar positivo para el virus, murió este jueves en un hospital, confirmó a Efe la Secretaría Regional de Salud.

El extranjero llegó a la capital del estado de Pernambuco (nordeste) el 12 de marzo a bordo de un crucero y ese mismo día, tras desembarcar para hacer turismo en Recife el canadiense fue internado con síntomas compatibles con el coronavirus y todos los demás pasajeros fueron obligados a regresar a la embarcación y mantener cuarentena.

Con el extranjero suben a tres las muertes por coronavirus en el estado de Pernambuco, donde han sido confirmados 46 casos.

En Brasil los pacientes contagiados con la COVID-19 pasan de 2.400 y los muertos por la enfermedad ya suman 57.

De acuerdo con las autoridades regionales de salud, el canadiense, que era exfumador y tenía un problema cardíaco, fue intubado y llevado a una Unidad de Tratamiento Intensivo (UTI) en un hospital.

Durante las dos semanas que permaneció hospitalizado, el extranjero se mantuvo con ventilación mecánica y hemodiálisis, y, de acuerdo con un comunicado divulgado por la entidad, usó medicamentos indicados para tratar la gripe en personas con síndrome respiratorio agudo severo.

El ciudadano de nacionalidad canadiense llegó con su esposa el 12 de marzo a la ciudad de Recife en un crucero de bandera bahameña que había pasado por Chile, Argentina, Uruguay y por los puertos brasileños de Itajaí, Río de Janeiro y Salvador.

La cónyuge del extranjero, igualmente canadiense, también fue confirmada con coronavirus días después y fue hospitalizada junto con su marido.

Como la mayoría de los pasajeros ese mismo día, el canadiense desembarcó para conocer la ciudad pero sintió molestias de salud, solicitó atención médica y fue aislado de inmediato por tener los síntomas del coronavirus.

A raíz de los hechos, las autoridades sanitarias de Recife aislaron la embarcación con 609 personas a bordo, entre pasajeros y tripulación.

Luego de confirmar que los 342 pasajeros que permanecían en el crucero no estaban contagiados con la enfermedad, el Gobierno autorizó su evacuación, la cual se realizó paulatinamente durante los tres días siguientes, ya que la empresa a Silversea Cruises, tuvo que fletar diferentes aeronaves para trasladar a los viajeros a sus respectivos países.

Todos los pasajeros fueron sometidos a exámenes médicos antes de su evacuación ya que su partida estaba condicionada a que no tuvieran síntomas del COVID-19.

Un primer contingente, con 205 personas, fue evacuado en dos aeronaves que tuvieron como destino Londres y Sydney, ya que en su mayoría eran turistas europeos, principalmente ingleses, y australianos y neozelandeses.

En el avión que viajó hacia la capital inglesa fueron evacuados 180 pasajeros, entre los cuales 109 británicos, once franceses, nueve suizos, ocho alemanes, seis irlandeses, cuatro luxemburgueses, tres españoles, tres italianos, dos austríacos, dos polacos y un rumano.

El segundo día, el turno de la evacuación fue para los pasajeros latinoamericanos, entre los cuales cinco mexicanos, cuatro brasileños y dos uruguayos, así como para los canadienses.

El último turno, que fue el pasado domingo, correspondió a 105 turistas estadounidenses.

Los 267 miembros de la tripulación del Silver Shadow, en su mayoría filipinos, permanecieron en cuarentena de 14 días dentro del navío atracado en Recife.

Tras cumplir la cuarentena, la embarcación fue autorizada a zarpar este mismo jueves y partirá con destino a Cabo Verde. EFE