Microbios con «código de barras» para rastrear el origen de los alimentos

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El estudio señala la particular aplicación del sistema para determinar la procedencia de los alimentos y para rastrear rápidamente la contaminación de los alimentos hasta su fuente. Foto: Cortesía

Madrid- La trazabilidad de los productos, en especial de los alimentos, cobra cada día más importancia, para lo que suelen usarse todo tipo de etiquetas, hasta el punto de que un equipo de científicos ha creado un sistema basado en esporas sintéticas microbianas que incorporan un código de barras de ADN.

Un estudio que publica Science y que firman autores estadounidenses presenta el funcionamiento de este nuevo sistema de «etiquetado» que «podría ser particularmente útil para rastrear las cadenas de abastecimiento y detectar patógenos en los alimentos».

El equipo encabezado por Jason Quian de la Escuela Médica de Harvard (EE.UU) ha creado esta técnica con microbios genéticamente modificados como etiquetas moleculares duraderas.

Las esporas microbianas con código de barras de ADN proporcionan «un sistema altamente flexible y de alta resolución para etiquetar y rastrear la procedencia de un objeto», señala la revista.

Los expertos han creado cepas sintética no viables de la bacteria Bacillus subtilis y de la levadura Saccharomyces cerevisiae que contienen secuencias únicas de «código de barras» de ADN, el cual pueden identificarse rápidamente utilizando diversas herramientas, entre ellas el SHERLOCK, un nuevo dispositivo de detección de ADN portátil basado en la tecnología de edición genética CRISPR.

El estudio señala la particular aplicación del sistema para determinar la procedencia de los alimentos y para rastrear rápidamente la contaminación de los alimentos hasta su fuente.

En un artículo que comenta la investigación y firma Jeff Nivala, de la Universidad de Washington, se explica que el equipo insertó secuencias cortas y específicas de ADN (códigos de barras) en los genomas de las bacterias.

Después, los expertos diseñaron y validaron de manera experimental docenas de estas secuencias de códigos de barras que podrían usarse en combinaciones para generar un número esencialmente infinito de posibles conjuntos de etiquetas.

Para etiquetar un objeto, se mezcla un conjunto de cepas de código de barras en forma de esporas y se rocía con ellas. Una espora es un estado celular inactivo que puede persistir en condiciones ambientales adversas sin crecer, recuerda el artículo.

Esa resistencia permite a las esporas microbianas con código de barras resistir en distintos ecosistemas sin romperse o perder esa identificación.

Cuando las esporas se dispersan en objetos o en el medio ambiente pueden persistir en diversas superficies durante meses y pueden ser transferidas a otros objetos con los que entran en contacto.

El sistema ha sido probado en gran cantidad de superficies y ambientes simulados, desde arena a suelas de zapatos, madera o hierba, superficies en las que el código de barras microbiano se mantiene detectable durante meses.

«Quizás el uso más importantes de estas etiquetas microbianas sea en su aplicación para la agricultura y otras cadenas de abastecimiento de alimentos», escribe Nivala.

La etiqueta se puede pulverizar «de forma segura» sobre los alimentos y pueden detectarse en los productos comprados en la tienda incluso después de lavarlos, hervirlos, freírlos o meterlos en el microondas, agrega. EFE