Gobierno mexicano desestima críticas sobre trato migratorio a nueva caravana

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México, 21 ene (EFE).- El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, desestimó este martes las críticas que han recibido las autoridades ante la caravana que ha intentado ingresar a México por la frontera sur y aseguró que «no hay una emergencia migratoria en el país».

En una conferencia de prensa, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana aseguró que este fenómeno migratorio «no es una emergencia, pasa cada año» y defendió las acciones de contención llevadas a cabo por la Guardia Nacional ante la llegada de los migrantes en días recientes, pues aseguró que esta «se comportó conforme al mandato que se les ha dado».

LA ATENCIÓN A LOS MIGRANTES

El presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció el viernes 4.000 empleos y atención médica a los migrantes que quisieran quedarse en el sur de México y no prosiguieran hacia Estados Unidos.

El sábado, el Instituto Nacional de Migración (INM) anunció que permitía el ingreso por grupos de 20, a quienes revisarían su condición migratoria.

«En la mayoría de los casos y una vez revisada la condición migratoria particular, se procederá al retorno asistido a sus países de origen», puntualizó luego el INM en un boletín donde se decía que había dado atención a 1.083 personas.

No obstante, hoy el canciller reiteró se respetará el derecho al asilo y al refugio, pero conforme a la ley.

Y dio unas cifras diferentes, aseverando que entre el sábado y domingo ingresaron al país 2.400 migrantes «respetuosos» de la ley, a quienes se les ofrecieron distintos estatus legales.

Entre ellos asilo, trabajo temporal, integración a programas sociales tanto en México como en sus países de origen -como trabajar en el programa de reforestación Sembrando Vida- o el retorno asistido.

De esos 2.400, hay 1.000 que pidieron ser repatriados. Por el momento, 110 ya se trasladaron vía aérea, mientras que otros 144 lo hicieron vía terrestre, todos con destino a Honduras.

Indicó que de los 4.000 empleos que ofrece el gobierno en esa zona del país, ya se ocuparon 1.200, y añadió que hay diálogo con el resto de migrantes para informarles que también tienen opciones en sus países con los programas Jóvenes construyendo el futuro y Sembrando Vidas, que ofrecerán en un futuro 2.000 puestos de trabajo en sus naciones de origen.

EL INTENTO DE CRUCE AL SUCHIATE

Este lunes, centenares de migrantes intentaron cruzar el río y lanzaron piedras a miembros de la Guardia Nacional, que respondieron con gases.

Unos 1.000 migrantes más intentaron ingresar a México por Tapachula, y a ellos se les ofrecieron los mismos estatus legales que a los que llegaron el fin de semana, aseveró.

Los migrantes «no lograron su objetivo y si alguien busca violencia no la va a encontrar», dijo el canciller, quien destacó que «no hay heridos, ni situaciones que lamentar».

Destacó el papel de la Guardia Nacional, quien actuó sin usar la violencia y logró frenar esta entrada irregular.

Por su parte, la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, reiteró que el lunes «no hubo incidentes, la Guardia Nacional solo ordenó a los migrantes» que querían entrar a territorio mexicano.

Aseguró que las personas intentaron dar «un portazo» pero se les pidió entrar de forma ordenada y segura respetando las leyes.

Indicó que México fue uno de los primeros países que suscribió el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular de Naciones Unidas del 2018, en el cual se indica que la migración «tiene que ser ordenada, segura y tiene que ser regular y, en su caso, aplicar la ley».

Enfatizó que en el caso de los migrantes del pasado lunes «de ninguna manera ha habido acto de represión o de molestia».

Ambos funcionarios destacaron que México mantendrá su postura ante las caravanas migrantes. «Hay opción de refugio, trabajo temporal, a todos hay que tratarlos con derechos humanos», remarcó Ebrard.

CRÍTICAS DE LAS ONG

El Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano aseguró que durante el viernes y sábado cubrieron parte de la frontera sur y denunciaron que hubo forcejeo con elementos antidisturbios de la Guardia Nacional.

También dijeron que las personas no recibieron ningún tipo de atención humanitaria, especialmente a las que estaban del lado guatemalteco.

Insistieron en que, si bien el mensaje oficial se centró en la existencia de oportunidades para todas las personas, la comprensión de los motivos de salida y la petición de orden para el registro; «no se explicaron las vías de regularización y el tipo de oportunidades que se ofrecían».

Finalmente, denunciaron que los integrantes de las caravanas «tienen necesidades humanitarias que no se están atendiendo». EFE