El Barcelona casi se ahoga en su posesión: 79 por ciento

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El defensa del FC Barcelona Sergi Roberto (i), pelea un balón contra el delantero del UD Ibiza Ángel Rodado (2i), este miércoles, durante el partido de dieciseisavos de final de la Copa del Rey en el estadio de Can Misses, en Ibiza. EFE/ Sergio G. Cañizares

Madrid – La era Quique Setién, en los dos partidos que ha dirigido como técnico del Barcelona, mantiene una seña de identidad marcada por una posesión extrema, del 82’6 por ciento ante el Granada el pasado fin de semana y del 79 frente al Ibiza que, de momento, no ha servido al cuadro azulgrana para convencer con su juego.

Contra el conjunto de Pablo Alfaro siguió la línea de su estreno en el Camp Nou, donde ganó al Granada sin brillo, con un juego espeso y gracias a la aparición de Lionel Messi, que marcó el tanto de la victoria (1-0) pocos minutos después de la expulsión de Germán Sánchez por doble tarjeta amarilla.

En ese encuentro, el Barcelona consiguió una cifra de posesión histórica. Fue la tercera más alta en un partido de LaLiga desde la temporada 2005/06. Sólo fue superado por dos porcentajes registrados en la era de Pep Guardiola, que en 2011, también en el cuadro blaugrana, logró un 83’9 por ciento en un partido ante el Levante y un 84 frente al Racing.

Días después del debut de Setién, en su segundo compromiso al frente del Barcelona, volvió a repetir una cifra muy elevada. Pero, de nuevo, el conjunto blaugrana volvió a demostrar en tierras ibicencas que tener la pelota no es sinónimo de espectáculo. El dato de la primera parte, es relevante: no disparó ni una vez a portería.

Por contra, el Ibiza, con muy poca pelota, consiguió marcharse al descanso por delante en el marcador con un gol Pep Caballe. Pudo sumar otra diana, pero un poste frenó un disparo del brasileño Rai Nascimento, Neto salvó un remate a bocajarro de Ángel Rodado y este último jugador vio como el colegiado Pablo González Fuertes le anuló un gol por una falta previa al francés Clément Lenglet.

Tuvo que aparecer Antoine Griezmann para solucionar una situación crítica. En la segunda parte, dos zarpazos del francés, el último en el tiempo añadido, bastaron al Barcelona para escapar de un ridículo frente a un Segunda B. Pero, pese a la victoria y la clasificación para los octavos de final de la Copa del Rey, las dudas sobre la utilidad de sumar tanta posesión sin excesivas ocasiones (en total, acumuló tres ante el Ibiza).

Después del duelo, en rueda de prensa, Setién fue crítico con el juego de su equipo: «No. El equipo no me ha gustado (en la primera parte). Hubiera preferido que fuese todo de otra manera. Pero en un campo así, cuesta más. Ellos han sido agresivos e intensos en defensa. No ha sido fácil. Me hubiera encantado que estuviéramos más precisos e hiciéramos cosas mejor. Pero de aquí sacamos conclusiones para el futuro. Cuando haces las cosas mal es cuando puedes mejorar las cosas», dijo.

Setién tendrá otro examen en pocos días. Y no será fácil. Visitará Mestalla para jugar con el Valencia. Allí, su estilo controlador se verá las caras contra el mejor equipo de los tres a los que se ha enfrentado. El cuadro «ché» será una dura prueba de fuego para un equipo que en Ibiza, bajo la lluvia, estuvo a punto de ahogarse en su propia posesión.