Aplazan a mañana decisión investigar a EEUU por racismo y violencia policial

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EFE/EPA/ROBIN VAN LONKHUIJSEN/Archivo

Ginebra– El Consejo de Derechos Humanos de la ONU se pronunciará este jueves sobre la solicitud de 54 países africanos para investigar el racismo y los abusos contra la población afrodescendiente en este país por parte de las fuerzas policiales.

Los países africanos consiguieron que el Consejo de Derechos Humanos (CDH) convoque a un debate urgente sobre la discriminación y el «racismo sistémico» en EEUU y en otras partes del mundo, a raíz del homicidio del afroamericano George Floyd el pasado 30 de mayo en un acto público de brutalidad policial.

Las naciones africanos se unieron para presentar un proyecto de resolución que inicialmente pedía que tales hechos fueran investigados por una comisión internacional (fórmula que se utiliza en casos de graves violaciones de los derechos humanos en un país), pero fueron convencidas por países de otras regiones a rebajar sus expectativas para reunir los apoyos necesarios.

La falta de apoyo de países fuera de África no les permitiría reunir los votos suficientes para aprobar su propuesta.

Una gran cantidad de países solicitaron intervenir en el debate, en el que hubo una condena unánime a la violencia por motivos raciales, lo que prolongó la sesión y obligó a la presidencia a aplazarla hasta mañana.

En una revisión del texto de resolución inicial, los proponentes ya no piden una comisión investigadora internacional contra EEUU, sino que encargan a la oficina de la alta comisionada para los derechos humanos, Michelle Bachelet, que realice las indagaciones.

En concreto, se le pide que «establezca los hechos y circunstancias relacionadas con el racismo sistémico» y los consiguientes abusos por parte de las instituciones que garantizan la seguridad en EEUU y «otras partes del mundo».

Asimismo, se pide a Bachelet que examine la forma en que los gobiernos en general han reaccionado ante las protestas antirracistas pacíficas.

El asesinato de Floyd causó una marea de manifestaciones en varias ciudades de EEUU, algunas de las cuales fueron reprimidas con violencia a pesar de que se realizaban de forma pacífica.

En otras ciudades del mundo las protestas se desarrollaron prácticamente sin incidentes graves.

«Detrás de la violencia racial de hoy, el racismo sistémico y la violencia policial discriminatoria subyace la negación a reconocer y confrontar el legado del comercio de esclavos y del colonialismo», expresó Bachelet al intervenir en el debate.

También el hermano de George Floyd, Philonise, participó por vía telemática desde EEUU denunciando que «la vida de los negros no importa» en su país.

Sostuvo que la realidad es que el caso de su hermano no es único: «La forma en que todos vieron a mi hermano, torturado y asesinado ante las cámaras, es el modo en que la gente negra es tratada por la policía en EEUU».

Tras la muerte de Floyd solo al policía que causó directamente su muerte -estrangulándolo con la rodilla sobre su cuello- se le abrió una investigación, a pesar de que otros tres estaban presenciado el hecho y no hicieron nada por evitarlo.

Solo después de la multiplicación de las protestas en EEUU, el primero fue acusado de asesinato en segundo grado y el resto de complicidad.

Antes del debate, el embajador de Estados Unidos ante la ONU en Ginebra, Andrew Bremberg, emitió una declaración escrita en la que sostiene que «al igual que los que lideran la defensa de los derechos humanos, llamamos a que todos los gobiernos demuestren el mismo nivel de transparencia y rendición de cuentas» que su país.

EEUU se retiró hace un año del Consejo de Derechos Humanos aduciendo que este órgano actuaba de manera tendenciosa. EFE